Es verdad que estas fechas son para pasar en familia y disfrutar de los nuestros, pero también es cierto que pasados los días clave (Noche Buena, Navidad, etc.) muchas veces no sabemos qué hacer con nuestros invitados.
Un plan más que apetecible es visitar los diferentes mercadillos típicos y tomar el aperitivo en los bares de la zona. Por ejemplo, en Madrid es ya un clásico acudir a la Plaza Mayor para comprar las figuritas del Belén, los sprays de nieve artificial o algún que otro artículo de broma que solo podemos encontrar en estos puestos y terminar la jornada degustando un exquisito pulpo, unas bravas, un bocadillo de calamares o unas cañas bien servidas en el Mercado de San Miguel, un clásico que han restaurado hace unos años y que merece la pena conocer.
En Asturias, lo habitual es visitar los puestos de El Fontán, siguiendo por todas las callecitas del casco antiguo de Oviedo y comprobar que además de una excelente gastronomía, Asturias cuenta con productos artesanos que son una verdadera obra de arte, un ejemplo de ello son sus típicas madreñas, una especie de zuecos de madera tallados a mano, que se utilizan principalmente para la ganadería y que evitan que los pies se mojen. El mejor sitio para probar unos ”culines” de sidra, un trozo de ”bollu preñao”, unas croquetas al cabrales o el mejor pastel de cabracho del mundo es la calle Gascona, en la que podremos disfrutar de los bares típicos y una calidad suprema en sus productos, sin mencionar el trato amable y cariñoso de los asturianos.
Granada es otra ciudad en la que la Navidad tiene mucho encanto, ya que además de sus puestos hippies y sus bares en los que solo por pedir una bebida te invitan al aperitivo (con dos refrescos que pidas ¡casi que ya has comido!) esta ciudad cuenta con una de las mejores estaciones de esquí de España, la de Sierra Nevada y tanto si sabemos esquiar como si no, merece la pena visitarla por su ambiente, sus comercios y sus restaurantes.
En definitiva, basta con investigar un poco para comprobar que todas las ciudades tienen su encanto y que, precisamente en Navidad las actividades para niños y adultos se triplican, así que, no podemos pasar la oportunidad de llevar a nuestros nietos y pasar con ellos momentos inolvidables.
