El Instituto Nacional de Estadística ha publicado recientemente las cifras de los nacimientos y muertes de 2015 y los resultados son que los primeros han caído un 2%, (es decir, en 2015 nacieron en Espala 419.109 niños, 8.486 menos que el año anterior) y los segundos han subido hasta un 6´7% más que en el año anterior (422.276 personas).
Unos datos alarmantes si tenemos en cuenta que es la primera vez desde la guerra civil que ha muerto más gente de la que ha nacido. Aún así no es de extrañar si tenemos en cuenta que esta cifra la han ido salvando en los años anteriores los inmigrantes, pero esta vez no ha podido ser ni siquiera con su ayuda.
Las mujeres tienen hijos cada vez más mayores, la media actual roza los 32 años y tienen un promedio de 1´33 hijos por pareja, con estos resultados el panorama es desolador y más si tenemos en cuenta que España es un país con una pirámide poblacional muy envejecida, en la que año tras año, como es lógico aumenta el número de muertes.
Por Comunidades Autónomas, Ceuta, Melilla, Cantabria y La Rioja son las ciudades en las que ha habido menos nacimientos en 2015. El número de defunciones aumentó en todas las ciudades, pero las que más lo han notado ha sido Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha.
La esperanza de vida en España, afortunadamente, sigue siendo altísima, aún así ha bajado 0´2 años con respecto al año anterior y ahora se sitúa en los 82´7 años. En el caso de las mujeres está en 85´4 años de media mientas que los varones en los en 79´9 años. Lo que quiere decir que según estos datos, aquellas personas que hayan cumplido los 65 en 2015 podrían vivir una media de entre 18´8 (en el caso de los hombres) y 22´7 (las mujeres) años más. De estos, los Madrileños (84 años), navarros (83´8 años) y leoneses (83´7 años) son los que viven más años y los que menos, los de Melilla (79´6), Ceuta (80´7), Andalucía (81´4) y Canarias (81´9).
Un panorama que esperemos que cambie y que los gobiernos se den cuenta que hay que mimar a los ciudadanos dándoles más facilidades para tener hijos y cuidar de los mayores, tan claves ambos en nuestro mapa económico y social.
