Decenas de personas pasan diariamente por el comedor benéfico Madre de la Alegría o el Comedor de Paquita Gallego, como lo conocen todos en Leganés. Allí, desde hace casi tres décadas, más de treinta mujeres, todas amas de casa, dan de comer y cuidan altruistamente a los que no tienen nada, continuando la labor de su fundadora.
El comedor fue fundado en los años setenta por Paquita Gallego. Al principio surgió primero como una guardería para los hijos de padres alcohólicos, permitiendo que las madres pudieran ir a trabajar. Después Paquita empezó a hacer comida para los pobres y ellos venían con sus platos para comérsela en casa. Con los años pudo trasladarse a un local en el que, tras su fallecimiento en 1986, las voluntarias siguen hoy regalando no sólo alimentos también mucho cariño.
El pasado 15 de enero el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, concedió a estas mujeres la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Sin embargo, para estas solidarias el mayor premio es el agradecimiento de los pobres, vagabundos, inmigrantes y necesitados, en general, que acuden al comedor. Por eso, sólo piden un local más grande en el que poder recoger a más personas, ya que ahora tienen que dar de comer en turnos de siete.
¿A qué esperas para apuntarte a iniciativas de este tipo?
