Las personas mayores seguimos siendo un ejemplo de lucha, de esfuerzo, de positividad y de ganas de hacer las cosas bien. En parte porque tenemos mucha experiencia a nuestras espaldas o quizá porque queremos que nuestros hijos y nietos tengan un referente a seguir, lo cierto es que demostramos una y otra vez que los años solo están en el carné de identidad y que sentirse un anciano es solo una forma de ser y de pensar…
Y si no, que se lo digan a este hombre que, con más de 65 años sigue disfrutando de su pasión por el deporte sin importarle lo más mínimo las arrugas de su piel o las canas de su pelo, porque sus ganas por hacer lo que más le gusta superan cualquier obstáculo…
Y quien diga que los mayores no sabemos pasárnoslo bien es porque no ha visto a estos cuatro, que si son capaces de organizar esto en un avión, no queremos ni imaginarnos cómo serán en una fiesta…
Está claro que hay gente divertida, otra inteligente, los hay más ágiles o simplemente con más energía que otros, pero eso no es una cuestión de edad si no una forma de ser y de vivir. Hay personas que disfrutan de las cosas pequeñas y otras que no se conforman con nada. Hay jóvenes completamente viejos con 20 años mientras que hay personas de 80 con una mente tan abierta y unas ganas de disfrutar que son admirables. Y luego está Kelly Fox, que a sus 71 años sigue teniendo intacta su alma rockera y ni la edad ni un riguroso jurado británico han sido capaces de hacerla bajar del escenario…
Ellos son un ejemplo de que no debemos agobiarnos por soplar las velas de nuestra tarta porque cada año que cumplimos es un regalo y hay que exprimirlo al máximo. Lo mejor es seguir teniendo sueños por cumplir para que nuestra vida merezca aún más la pena. La edad nunca fue un obstáculo, si no todo lo contrario, es el desafío más apasionante con el que vamos a encontrarnos.
