Dice el refrán que ”Más sabe el diablo por viejo, que por diablo” y es una gran verdad. Las abuelas hemos vivido millones de experiencias que nos han enseñado y, además, hemos aprendido bajo el ejemplo de nuestras madres y nuestras abuelas, lo que nos da un bagaje muy amplio en muchos ámbitos de la vida, como es la belleza.
Hoy, en pleno siglo XXI, donde todo está inventado y existen recetas para casi cualquier cosa, los secretos de las abuelas se posicionan en el lugar que les corresponde. En belleza, donde los miles de productos que encontramos no nos solucionan nada que no haría un buen truco natural, es donde las abuelas más tienen que aportar. Te contamos algunas ideas que hemos recopilado:
1. Limpiar y tratar la piel todas las noches antes de acostarnos:
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Esto hará que por la mañana se vea limpia y resplandeciente. Podemos limpiarla con una pastilla de jabón natural, para conseguir una buena higiene y no perder la hidratación. Es bueno utilizar agua caliente durante la limpieza (para que se abran los poros y salga la suciedad) y para terminar, hacerlo con agua fría (para que los poros queden bien cerrados y no se ensucie la piel durante la noche). Después, se aconseja utilizar una muselina de algodón con el fin de retirar las células muertas que puedan quedar. Esto hará de exfoliante, pero a la vez, no irritará nuestra piel y hará que durante la noche se regenere y tengamos mejor aspecto por las mañanas.
2. Utilizar jabón en pastilla para la ducha:
Es mucho mejor para nuestro cuerpo que el gel de baño habitual, ya que no reseca e hidrata, además de cuidar con más delicadeza las pieles sensibles. Lo ideal es ponernos jabón en aquellas zonas en las que hay pliegues, como son los codos, rodillas, axilas, etc. con el fin de limpiar más en profundidad aquellos lugares en los que se puede acumular más suciedad y extender el jabón que se forma en ellas por todo el cuerpo.
3. Exfoliar el cuerpo al menos una vez a la semana con productos naturales:
La arena de playa, una mezcla de zumo de limón y azúcar, o sal y aceite, aplicados suavemente por nuestro cuerpo, sin rascar para evitar irritaciones, nos dejarán una piel perfecta.
4. Para blanquear los dientes:
Basta con utilizar un poco de bicarbonato en el cepillo de dientes y frotar con él. Conviene no abusar con este producto ya que puede resultar abrasivo para el esmalte. En cualquier caso, son muchos los laboratorios que fabrican un compuesto que no contiene flúor e incluye sal marina y bicarbonato sódico natural que es muy bueno y eficar contra las caries, el sarro y las bacterias.
5. Cepillar el pelo para que brille más:
Un buen cepillado hace que nuestro pelo permanezca limpio por más tiempo y elimina las sustancias que se hayan almacenado en él, como el polvo o la propia polución de las ciudades. Es recomendable hacerlo por las mañanas y por las noches, dedicando el tiempo suficiente para que quede perfecto y sin ser demasiado bruscas para no estimular las glándulas que producen la grasa. Otro truco es añadir vinagre de manzana al final del aclarado cuando nos lavamos el pelo, esto también contribuye a que dure más tiempo limpio y brille más. Ojo, porque hay quienes dicen que con el pelo teñido no es tan recomendable esto último, ¡pero siempre se puede probar!
