Madres, esposas, amigas, abuelas, trabajadoras, deportistas, divertidas, modernas, rockeras… existen tantos tipos de mujeres como féminas hay en el mundo. Cada una con su particularidad, con su especialidad y con su exclusividad, pero todas ellas con un nexo en común: tienen espíritu de lucha, ganas de cambiar las cosas e interés por lograr un mundo mejor, por eso desde el principio de los tiempos han marcado la historia.
Hoy, 8 de marzo, es el día de la mujer trabajadora, y resulta que este último adjetivo en realidad sobra, porque toda mujer lo es por naturaleza, desde la que trabaja en casa y tiene todo perfecto para su familia hasta la que lo hace fuera compitiendo en un mundo de hombres en el que, aunque se han dado muchos pasos importantes, todavía quedan muchos por dar.
El mundo está lleno de mujeres maravillosas, que cada día hacen que esta sociedad en la que vivimos merezca la pena. Empezando por la Virgen María, que tuvo la enorme responsabilidad de ser la Madre de Dios y ser ejemplo de bondad, capacidad de amar, de perdonar y ser ejemplo para todos.
Las mujeres llevamos siglos trabajando por cambiar las cosas y conseguir un mundo mejor. Aportando nuestro granito de arena a la sociedad para conquistar nuestro lugar, pero sobre todo, porque nuestras hijas y nietas vivan en una sociedad que tenga por bandera los valores, la libertad y el amor hacia los demás. Y también por nuestros maridos, hijos y nietos, para que aprendan a cuidar y a respetar a las mujeres como la parte más importante de su vida.
La lucha sigue porque aún quedan muchas cosas por hacer, por nosotras y por los demás. Contrarrestando el machismo con nuestro ejemplo y nuestra capacidad de hacer las cosas tan bien o mejor que los hombres, no dejándonos representar por supuestas feministas que piden respeto quitándose la camiseta para entrar en una institución y salir en todas las televisiones; siendo brillantes, porque lo somos, en nuestro día a día; amando a los demás, ofreciendo ayuda, reivindicando nuestro papel en la sociedad, llegando a lo más alto profesionalmente y cuidando a quienes más lo necesitan, dando vida…
Las mujeres podemos con todo, sólo nos hace falta que nos creamos que realmente somos capaces. El mundo está cambiando y ojalá las mujeres sepamos guiar el rumbo.
¡Feliz día a todas las mujeres y a todos los hombres que saben valorarlas! porque en palabras de Antonio Machado ”Dicen que el hombre no es hombre, mientras no escuche su nombre, de labios de una mujer”
