Corre 1999. Un grupo de mujeres normales y corrientes, de entre 40 y 60 años, de un pueblecito de Yorkshire –Inglaterra- deciden dejar momentáneamente sus actividades cotidianas, sus tareas domésticas, sus clases de canto y punto y dedicar su atención a recaudar dinero para comprar un sofá para el centro oncológico en el que se trata el marido de una de ellas, John Baker. El destino, la casualidad o simplemente el arrojo, las hicieron protagonistas de un calendario en el que aparecen desnudas en entornos cotidianos. El resultado final es una recaudación que llega a nuestros días y que supera los tres millones de libras que se destinan a la investigación contra la leucemia, además de haber servido de inspiración para multitud de organizaciones humanitarias, ONG’s, etc. para realizar sus propios calendarios.
A partir de estos hechos reales que dieron la vuelta al mundo, el dramaturgo Tim Firth en 2003 escribe una historia que es llevada a Hollywood en el film Las chicas del calendario (Calendar Girls). El mismo Firth en 2008 es el encargado de la adaptación teatral que se estrenó en el Festival de Teatro de Chichester, de donde inmediatamente pasó a los teatros del West End londinense. Desde 2010 el montaje sigue girando por escenarios británicos y con montajes en diferentes puntos del planeta entre los que ahora se incluye nuestro país. Carmen Esteban, Soledad Mallol, Beatriz Carvajal, Berta Ojea, María Garralón, Asunción Balaguer y Catalina Solivellas son las siete actrices que encarnan a ‘Las chicas del calendario’ en la versión teatral que se ha comenzado a representar en Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, donde estará en cartel hasta el próximo permanecerá en cartel hasta el próximo día 28 de abril.
Esta historia conmovedora en la que brotan carcajadas y lágrimas por igual habla de la amistad, la solidaridad, y del poder y la belleza de unas mujeres que han traspasado la madurez, seguras de sí mismas y de sus cuerpos, que luchan contra los prejuicios de una sociedad y que se enfrentan a las vicisitudes de la vida, como la pérdida de los seres queridos, con arrojo y una sonrisa.
