La vuelta al mundo en 80 días

Las aventuras alrededor del globo de Phileas Fogg y su fiel criado, Jean Passpartout, pasaron a la historia gracias a la imaginación del genial Julio Verne, allá por 1872; fecha de la primera publicación de la novela y también del estrambótico viaje que en ella se narra. Este libro -del que se han hecho diversas adaptaciones para la pequeña y gran pantalla, e incluso una conocida serie de dibujos animados- narra las aventuras de un caballero inglés y su criado, durante el intento de dar la vuelta al mundo en tan sólo 80 días -utilizando los medios de transporte propios del siglo XIX- con el fin de ganar así una apuesta entre el protagonista y los amigos del club social al que pertenece. Los retrasos y la precariedad de los medios de transporte le jugaran muy malas pasadas a Phileas Fogg, aunque no tantas como la incansable persecución del detective Fix, que se empeña en atrapar a Fogg persiguiéndole por todo el globo, por creerle artífice de un robo en el banco de Inglaterra.

Esta atractiva historia de aventuras y suspense, se puede enmarcar dentro del género de la literatura de viajes, ya que las pericias de Fogg despertaron el interés de los contemporáneos de Verne por conocer el mundo; algo que, hasta la fecha, se consideraba, cuando menos, poco accesible. De este modo,La vuelta al mundo en 80 días” fue una de las novelas pioneras en la impulsión del turismo, todo un antecedente de cualquier publicación de viajes que se precie. Hoy en día sigue causando la misma fascinación que en 1872 y son muchos los aventureros que se han lanzado a recorrer el globo siguiendo los pasos del protagonista del libro y, por supuesto usando medios de transporte similares a los usados por Fogg.

Bombay

El itinerario que estos audaces viajeros han seguido es el siguiente: de Londres a Suez, de Suez a Bombay, de Bombay a Calcuta, de Calcuta a Hong Kong, de Hong Kong a Yokohama, de Yokohama a San Francisco, de San Francisco a Nueva York y de Nueva York a Londres. Obviamente, por mucho que se omitan medios de transporte como el avión, en la actualidad los barcos y trenes a vapor son difíciles de encontrar, y no digamos los elefantes; por lo que quienes se lancen a repetir este inolvidable viaje tendrán que hacer algunas concesiones en materia de medios de comunicación.

Hong Kong

Una de las más famosas réplicas que se hicieron de este viaje es la llevada a cabo por Jean Cocteau (novelista, pintor, dramaturgo… de principio y mediados del siglo XX) en 1936. Sus pasos fueron publicados en un diario francés y -lo más curioso- es que, aunque parezca lo contrario, para copiar el viaje de Fogg, fueron necesarios exactamente los mismo 80 días que se mencionan en el libro; cosa que, teniendo en cuenta los adelantos en transporte, demuestra que el itinerario propuesto por Verne era, ni más ni menos, que una utopía.

Para los que estéis pensando una vuelta al mundo menos “encorsetada” que la Fogg, os recomendamos la lectura de este blog, donde se narran las aventuras de una familiar durante su peculiar periplo através del globo.

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