La vida de una hora

Hace un par de días que hemos pasado al horario de verano (a pesar de que quede varios meses hasta que llegue el estío), y muchos aún no nos hemos hecho a esa hora de diferencia que si bien para los madrugadores supone volver echarse a la calle en medio de la noche hace que los días sean más largos y tengamos más horas de luz. Consideraciones económicas aparte lo cierto es que este cambio de 60 minutos en nuestro ritmo vital afecta más de lo que se puede pensar a primera vista, aunque en la población sana se trata de trastornos leves y transitorios.

Y es que como se indica desde la Sociedad Española de Neurología (SEN) nuestro organismo tiene más dificultades para adaptarse cuando siente que “ha perdido” una hora que cuando la gana. Por esta razón, este cambio de hora entraña más dificultades de adaptación, afectando especialmente a las personas mayores y aquellas que padecen cefaleas, epilepsia o trastornos del sueño.

Al menos durante los tres o cuatro primeros días de adaptación a las nuevas pautas horarias y lumínicas, suelen ser habituales sensaciones de cansancio, astenia, desorientación, aturdimiento, falta de concentración, de energía, dificultad para dormir y levantarse con el nuevo horario y somnolencia diurna… Pero a pesar de estos desajustes en nuestro organismo, a la larga, nuestro rendimiento se ve mejorado cuando armonizamos nuestra actividad con los tiempos de luz solar.

Para ajustar nuestro reloj biológico a la nueva situación es recomendable seguir ciertas pautas para una adaptación progresiva. Desde la SEN se aconseja:

  • Fraccionar la hora de diferencia en la que se ven afectados nuestros horarios de alimentación y sueño, adelantando los días previos nuestras rutinas unos 15 minutos de forma progresiva.
  • Evitar las siestas diurnas para tener más sueño por la noche.
  • Intentar llevar un horario regular tanto en alimentación como en sueño, al menos durante los primeros días.
  • Ajustar el reloj cuanto antes. Lo más adecuado sería hacerlo justo antes de irnos a dormir para que nos levantemos con el horario adecuado.

En cualquier caso debemos rehusar a consumir fármacos o remedios naturales y dejar que de forma natural nos vayamos adaptando al nuevo horario.

Comentarios

Deja un comentario