La ruta espumeante

Puede parece un viaje de andar por casa pero es una immersión en una historia rica y subterranea, jalonada de tesoros artísticos y de tradicionales formas de vida agrícola, de conocimientos transmitidos de generación en generación y de innovadoras investigaciones técnicas.

Las cavas, templos de la mejor enologia catalana, custodian esa formidable memoria y la ponen al alcance de curiosos que se acercan a visitarlas y a catar sus elaboraciones. Ligadas a dinastías familiares, vinculadas durante siglos al perfeccionamiento de los trabajos de la vid, las masias y bodegas de algunos de los nombres más notables del cava son obra de figuras distinguidas de la arquitectura catalana.

La saga de los Raventós, que aún conserva para sus productos el apellido Codorníu de sus remotos antepasados, puede que posea la más impresionante finca de todas las que ennoblecen el paisaje del Penedès. Sus cellers (bodegas) y la casa solariega de la familia se deben a la maestria modernista de Puig i Cadafalch, e impresionan por su fuerza telúrica y armonía con el entorno. Y bajo su superficie, las roídas y quiméricas entrañas de la empresa: quilométricos pasadizos que por su longitud se visitan sobre un pequeño tren mientras se escuchan las fascinantes explicaciones del guía, indefectiblemente un Raventós, por cuanto todo en la casa, pese al volumen de negocio alcanzado, continua siendo estricta propiedad familiar.

Pero en las proximidades de este monumento historico-artístico puede continuarse la ruta por otras haciendas igualmente interesantes. En la misma Sant Sadurní d’Anoia se levanta la sede del otro gigante del sector Freixenet y, si se quieren conocer versiones más artesanales y de pequeña escala, merece la pena acercarse a Albet i Noya i su finca de Can Vendrell, las de la Heretat Can Llopart en Subirats o las preciosas tierras de Sumarroca.

Todo enclavado en un país bendecido de suaves colinas de viñas alineadas hasta donde se pierde la vista, pueblos tranquilos y acogedores y una fastuosa cocina que casa a la perfección con los tragos que gentilmente nos habrán ofrecido a la salida de las cavas.

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