La Philips Collection recala en Madrid

La semana pasada abrió sus puertas en la Sala Recoletos de la Fundación MAPFRE de Madrid una muestra que, bajo el título “Made in USA. Arte americano de la Phillips Collection”, expone algunas de las obras más significativas, realizadas por artistas americanos entre finales del siglo XIX y mediados del XX, que se conservan en uno de los centros de arte con más historia de los Estados Unidos: la Phillips Collection (Washington D. C.).

Rothko. Sin título, 1968

Se trata de la primera exposición itinerante dedicada íntegramente al arte moderno americano, que abarca un espacio temporal de aproximadamente cien años que se cuentan desde su nacimiento, a finales del XIX, hasta pasada la Segunda Guerra Mundial. Se trata de unos años muy prolíficos -artísticamente hablando- para la tierra de las oportunidades, que ve cómo en su seno se fraguan movimientos artísticos de tal envergadura como el expresionismo abstracto. La selección de artistas no es otra que la llevada a cabo por el fundador de la importante colección que presta sus obras para este evento -Duncan Phillips- quien consideró que estos eran los creadores más significativos que mostrar el que se convirtió, nada más y nada menos, que en el primer museo de arte moderno autóctono de USA, creado tan sólo una década  más tarde que el MoMA.

Hopper. Domingo, 1926

La exposición arranca mostrando las manifestaciones artísticas americanas realizadas durante la época en que Europa estaba inmersa dentro de las corrientes románticas y realistas. En Estados Unidos los artistas también trabajan en este sentido -Homer, Eakins…- pero, además, allí se desarrolla un estilo propio, muy peculiar, que se conoce como Escuela Paisajista Americana, y que interpreta el mundo natural desde la intimidad del creador. La herencia del Cubismo, el impresionismo propiamente estadounidense, el nacimiento del expresionismo abstracto (y todas sus manifestaciones), así como los relatos de la vida moderna y del quehacer urbanita, tienen su espacio en esta exposición que, a través de la pintura, nos muestra -en cierto modo- el desarrollo social e ideológico de un país, en el transcurso de cien años.

Esta es, sin duda, una de esas muestras que uno no puede perderse, aunque sólo sea por la tremenda calidad de los artistas que en ella se muestras; entre los que encontramos nombres como Rothko, Hopper, Sam Francis o Edward Bruce; autor del evocador lienzo que se ha convertido en imagen de esta exposición.

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