La primavera ha entrado con fuerza. Poco antes de que arrancara ya habían comenzado a florecer los parques y jardines, las temperaturas se templaban y las lluvias daban paso a soleados y despejados días. Pero esta firmeza tampoco va a dar tregua a los más de 8 millones de españoles que padecen algún tipo de afección producida por el polen, según el Comité de Aereobiología de la Sociedad Española de Inmunología Clínica (Seaic).
Las abundantes lluvias caídas en toda la Península durante el invierno son, junto con la contaminación atmosférica, la causa del aumento de las alergias que se sufrirán especialmente este año debido a que se prevé una primavera “intensa”. Quienes residan en Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Extremadura, y parte de Andalucía y Castilla y León se verán especialmente afectados.
Ante este molesto problema de salud, unido a esta época del año que cuando se produce la polinización, los alergólogos consideran que el mejor remedio es la prevención, es decir, vacunarse, una medida a la que acuden solo uno de cada diez alérgicos. Si no se ha optado por la vacuna y los síntomas ya han aparecido, es fundamental no olvidar la medicación prescrita por el especialista porque es el único modo de aliviar estos síntomas.
El intervalo de edades de personas que se ven afectadas por estas enfermedades ha ido creciendo hasta abarcar desde pacientes de tres años hasta los 65 años, hasta llegar a ser el trastorno inmunológico que afecta de manera más frecuente al ser humano. Por ello, si aún no han aparecido lo primeros síntomas, aun estás a tiempo de evitarlos vacunándote.
