Mientras las Bolsas continúan en un vaivén permanente y los Bancos Centrales y Administraciones tratan de encontrar la solución a la crisis o al menos frenarla, el dinero ya no es el más seguro de los valores. El oro parece que es el único que permanece impasible, e incluso, aumenta su valor. Ahora mismo un kilo de oro vale más de 20.000 euros y es el objeto de deseo en estos momentos de quienes buscan una inversión segura.
Tanto es así, que en los días en los que se registraron mayores caídas en las Bolsas las Casas de venta de oro agotaron sus existencias interrumpiendo “de momento” la comercialización del más precioso y valorado de los metales. Las listas de espera, mientras tanto, van siendo cada vez más largas. Este es el caso de empresas como Oro Direct, una de las compañías más importantes de compra de oro como inversión de España.
Esta nueva fiebre del oro se ha desatado fundamentalmente por la falta de confianza que existe en estos momentos en los bancos y el temor a que los ahorros no estén del todo seguros en sus depósitos. Por tanto, no solo son grandes y medianas empresas las que se están surtiendo de oro, también muchos particulares que, atentos a las bajadas de las Bolsas, han aprovechado la subida del oro.
Las garantías que convierten al oro en un producto atractivo para invertir son: su fácil conversión a dinero; tiene un precio estable porque se produce poco y en tiempos de crisis económicas son la opción más segura; no está sujeto al control del ningún gobierno; es un mineral muy valioso y lo seguirá siendo debido a su baja explotación.
