En una de las homilías del Papa en Casa Santa Marta, quiso recordar el relato del Génesis subrayando que aunque el hombre y la mujer no son iguales y ninguno es superior al otro, la mujer aporta un elemento nuevo a la Creación y es la armonía, algo que marca una gran diferencia. ”El objetivo de la mujer es brindar la armonía y sin la mujer no hay armonía en el mundo” dice el Santo Padre.
En palabras de Su Santidad, ”La mujer es la armonía, es la poesía, es la belleza. Sin ella el mundo no sería tan bello, no sería armonioso. Y me gusta pensar – pero es algo personal – que Dios ha creado a la mujer para que todos nosotros tuviéramos una madre” y añade ”es ella la que trae esa armonía que nos enseña a acariciar, a amar con ternura y que hace del mundo una cosa bella”.
Francisco quiso contar, además, una anécdota en la que el amor maduro es el protagonista y en la que la mujer, con su armonía tiene mucho que aportar ”ellos me miraban, se miraban a los ojos, nunca olvidaré esos ojos. Luego volvieron y me dijeron, los dos juntos: ‘estamos enamorados’. Después de 60 años, esto significa una sola carne. Y esto es lo que trae la mujer: la capacidad de enamorarse. La armonía al mundo”
El Papa sabe que la sabiduría la dan los años y que un matrimonio maduro en el que se han vivido muchas cosas, buenas y malas, en el que el cariño y el respeto son la base y en el que la armonía de la mujer es constante, es un matrimonio para toda la vida.
Francisco ha aprovechado esta homilía para denunciar que maltratar a una mujer, no es solo un crimen, sino también es intentar destruir la armonía del mundo ”explotar a una mujer es destruir la armonía que Dios ha querido dar al mundo” y explica ”la mujer es la armonía, es la poesía, es la belleza. Sin ella el mundo no sería tan bello, no sería armonioso”.
