Uno de los signos más habituales del envejecimiento son las manchas que van a apareciendo. Estas manchas en la piel pueden ser oscuras o pálidas. El primer caso es la llamada hiperpigmentación, mientras que en el segundo se trata de la despigmentación. Según variados estudios tras las arrugas y la pérdida de firmeza, las manchas son la tercera mayor preocupación para las mujeres, y es que independiente de su edad las féminas son las más vulnerables a la aparición de manchas, aunque lo cierto es que la hiperpigmentación afecta al 95% de las mujeres mayores de 50 años y al 33% de las que están en la cuarentena. Por lo general estas manchas en la piel suelen ser tan solo un problema estético, aunque en algunas ocasiones pueden ser el reflejo de alguna patología.
A la hora de establecer las causas de la aparición de las manchas cutáneas hay que tener en cuenta diferentes factores como el tipo de piel, el consumo de determinados medicamentos, perfumes e incluso el estrés, pero los principales son la acumulación del daño solar, los cambios hormonales (como las experimentadas en los embarazos, en la menopausia, etc.) y el envejecimiento cronológico.
Aunque el mejor remedio para estas manchas de la piel es la prevención a base de la utilización de protectores solares, y de un estilo de vida saludable basado en el ejercicio y en una alimentación equilibrada y rica en alimentos con antioxidantes, también se puede recurrir a ciertos tratamientos cuando el problema ya se ha presentado. En el caso de las manchas por despigmentación (las pálidas) la única solución es disimularlas con cosméticos, ya que no existe tratamiento para ellas. En el caso de la hiperpigmentación, si son manchas originadas por la radiación ultravioleta o por la edad –Léntigos- se pueden tratar con cremas despigmentantes o con láser, siendo en este caso especialmente efectivo el láser Alejandrita, cuya energía es absorbida por los pigmentos de la piel, quemando la zona manchada, de forma que a los pocos días se cae la piel de la zona tratada y desaparece la mancha. En cuanto a los tratamientos cosméticos, se tratan de cremas despigmentantes que pueden adquirirse en las farmacias. Su efectividad está probada, aunque se ha de ser constante con el tratamiento, que puede tardar hasta un año en hacer evidente sus resultados.
En el caso de las manchas provocadas por la alteración hormonal del embarazo –melasmas- se tratan con Amelán, un producto químico despigmentante indicado para manchas de coloración leve o moderada y cuya efectividad es del 90%, aunque el tratamiento tiene una duración de un año.
Para los que prefieran alternativas más ‘caseras’ y naturales se puede optar por frotar las zonas afectadas con Aloe Vera, con cebolla o con zumo de limón entre otros remedios populares.
