Jubilarse no está de moda

Cada vez más mayores de 55 años buscan nuevas vías para continuar en el mundo laboral, creando sus propios negocios, reorientando su carrera dedicándose a lo que más les gusta o lo que más le llena. El voluntariado es una de las opciones más recurridas llegada la jubilación, pero ahora ya no es la más accesible.

Desde el 1 de enero de 2008, los seniors que deseen seguir su carrera laboral una vez llegada la edad límite para la jubilación, 65 años, contarán además con el apoyo estatal a través de un progresivo crecimiento de su pensión de jubilación. Es decir, cada año que haya prolongado su vida laboral ésta se incrementará un 2% -un 3% para quienes coticen más de 40 años-, hasta un máximo de cinco años que se traducirían en un aumento total del 10%.

No obstante, también se facilitará la jubilación anticipada para los profesionales que se dediquen a trabajos ”penosos, tóxicos, peligrosos o insalubres”, además de los trabajadores con discapacidad y que tengan cumplidos los 52 años.

A pesar de lo reciente de la medida, durante los últimos tiempos ha ido creciendo el número de seniors que prefieren seguir trabajando. De hecho, algunas de las empresas más potentes e influyentes de nuestro país han elevado la edad de jubilación de parte de sus plantillas. Este es el caso del BBVA, que hace unas semanas subió el límite de edad para todos los consejeros hasta los 70 años, y de Telefónica, que eliminó las restricciones para ser consejero y presidente por razones de edad. Pero no son las únicas, entre las grandes compañías españolas se ha establecido el límite de edad para jubilarse en 70 años e, incluso, en algunas no existe esa acotación de la vida laboral.

Sin embargo, esto no es más que el comienzo de lo que en la mayoría de Europa es ya una realidad, la prolongación obligatoria de la vida laboral.

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