Joyas hechas arte

En 1847 se fundó la casa Cartier. Algunos años después, su nieto Louis-François Cartier llegaba a la cima en la que se encuentra hoy, abriendo tiendas, con la ayuda de su padre y hermanos, en Londres, Moscú y Nueva York y convirtiéndose en el proveedor oficial de los zares de Rusia. 165 años elaborando grandes piezas de joyería para las clases más poderosas, actrices, casas reales y la flor y nata de la sociedad da para mucho. Desde 1983, Cartier ha ido reuniendo joyas, relojes y otros objetos varios de gran valor de su propia producción, hasta hacerse con los más de 1.450 objetos de su colección procedentes de coleccionistas privados, de joyeros o de subastas. Ahora una parte de esta colección, unas 420 piezas, se pueden ver expuestas en el Museo Thyssen-Bornemisza hasta el 17 de febrero en la muestra ‘El Arte de Cartier’. La colección, que ya ha sido mostrada en museos de fama internacional, cuenta en esta ocasión con piezas prestadas por la Familia Real española (la diadema estilo Guirnalda que el rey Alfonso XIII regaló a la reina Victoria Eugenia en 1920, y que actualmente la Reina Sofía utiliza en actos oficiales) y del Palacio de Mónaco.

La muestra recoge piezas de todos los estilos de la mítica marca de joyas, desde su creación hasta la actualidad, aunque son las producciones de la primera mitad del S.XX las que tienen un mayor protagonismo, destacando la presencia del diseñador Charles Jacqueau, que introdujo el Art Decó en la joyería, o Jeanne Toussaint, creadora de la mítica pantera que hoy es símbolo de la Casa.

Además de las propias piezas también se exponen, con un gran montaje, bocetos, dibujos, acuarelas, apuntes de los diseños y fotografías de los personajes que las lucieron, cuyas imágenes se proyectan en las paredes de las salas, aportando una información adicional de interés histórico que ofrece al público una ocasión única de conocer la mejor colección de joyería del mundo, y admirar la creatividad y maestría de sus diseñadores y artistas joyeros desde hace más de cien años.

Este recorrido por la historia creativa de Cartier lleva desde las grandes tiaras y el estilo guirnalda de principios de siglo, a las piezas Modern Style, las obras de inspiración exótica (China, Egipto o India, como las famosas piezas Tutti Frutti), la joyería en oro de los años 1930 y 1940, o los exclusivos encargos para importantes personajes del siglo XX como Wallis Simpson, Grace Kelly, María Félix, Elizabeth Taylor o Coco Chanel. Pero además la muestra es también un repaso de las artes decorativas y de la sociedad europea a partir de finales del siglo XIX.

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