El programa intergeneracional ‘Adopta un abuelo’ convierte a jóvenes de una veintena de ciudades españolas en nietos de quienes no tienen compañía, y llena las residencias de un amor que se forja visita a visita, con un intercambio de cariño mutuo. Este proyecto nació en Ciudad Real hace cuatro años y se extiende ya por 29 residencias de toda España, y gracias a él, muchos jóvenes voluntarios han decidido adoptar un abuelo. Gracias a la compañía de estos jóvenes, los mayores mejoran tanto su estado físico como anímico. Conversan y aprenden los unos de los otros. Los abuelos son maestros de vida pero el beneficio, en este caso, es mutuo. Algunos incluso comparten gustos y los más jóvenes les descubren el mundo de las nuevas tecnologías. Los vídeos que comparten en sus redes sociales, son de lo más enternecedor.
‘Adopta un abuelo’ lo integran jóvenes de entre 16 y 30 años que deciden dedicar parte de su tiempo a acompañar a personas mayores, en su mayoría solas. Si uno entra en la página web de este precioso proyecto, lo primero que lee es el siguiente mensaje: “Programa intergeneracional de compañía. Hacemos que nuestros mayores se sientan escuchados, acompañados y queridos.” Pocas palabras que encierran un enorme y valioso mensaje. El programa intergeneracional ‘Adopta un abuelo’ ha arrancado una nueva temporada para unir a jóvenes con esa tercera edad que tanto tiene que aportarles y se ha convertido en el consuelo e ilusión de ancianos que marcan en el calendario el día de cada visita de sus nuevos “nietos”. “Todo lo que necesitamos es cariño, nos gusta que vengan a visitarnos, que nos quieran, que nos cuenten qué hacen cada …”, cuenta Trinidad, una usuaria del proyecto. El presidente y fundador de este proyecto, Alberto Cabanes, que suma ya medio millar de jóvenes y 15.000 horas de compañía de ciudades, lo ideó tras comprobar en las visitas que hacía a su abuelo que muchos ancianos que viven en residencias no disfrutaban de la compañía de un nieto y anhelaban intercambiar caricias o historietas. Alberto cuenta, que por circunstancias de la vida, convivió con sus abuelos. Aquella oportunidad, aparte de hacerle sentir afortunado, confiesa que le hizo aprender y comprender el gran valor que reside en la figura de los abuelos. “No ha habido ninguna vez que me hayan fallado, y tampoco les ha faltado una sonrisa ni un gesto de cariño. Siempre estaban ahí cuando les necesitaba, y siempre me mostraron una generosidad sin límites, ofreciéndome lo mejor que tenían a su alcance. El objetivo de crear ‘Adopta Un Abuelo’ no es sólo el de paliar las horas de soledad de nuestros mayores, sino también el de resaltar la figura de todos los abuelos y abuelas del mundo.” Desde luego, no está de más recordar que gracias a ellos, hoy vivimos en un país desarrollado en el que podemos servirnos un vaso de agua directamente del grifo, encender una luz o viajar cómodamente en tren.
¡Bravo por esta iniciativa!
Foto y vídeos: Adopta Un Abuelo (@adopta1abuelo)