Según los historiadores el origen del ajedrez se sitúa en el Valle del Indohacia el siglo VI de la era cristiana, pero en realidad puede considerarse que el ajedrez es tan antiguo como la civilización, como muestran los restos encontrados en que en excavaciones efectuadas en la Mesopotamia (región ubicada entre los ríos Tigres y Eufrates) donde se han encontrado objetos que demostraban que el ajedrez o un juego similar existía por lo menos 4000 años antes de Cristo.
Desde estos comienzos las piezas y tableros del ajedrez (ya sean figurativas o abstractas) se han fabricado con materiales muy diversos y se han convertido en auténticas obras de arte y del lujo. La madera, la piedra, el marfil, el hueso, la plata, el oro, el bronce, el alabastro, el cristal, el ónix o la porcelana son algunos de los materiales empleados por los maestros artesanos y desde luego hay por hoy se pueden encontrar juegos de ajedrez de auténtico lujo por sus materiales y por los artistas que los diseñan. Entre los más recientes y espectaculares se encuentra la colección de tableros y piezas de ajedrez realizada por el artista Piero Benzoni.
Los diseños de Benzoni recrean más que nunca en el ajedrez el campo de batalla, inspirándose en motivos tomados de la propia historia de la humanidad, mediante la representación de ejércitos y emblemáticos personajes de distintas culturas. Las piezas reproducen los personajes –con gran minuciosidad- de los imperios orientales y occidentales. Las diferentes piezas se han realizado primeramente en bronce y recubiertas con plata y, por último con oro de 24 quilates. El resultado son una serie de juegos de ajedrez en los que Benzoni además del lado artístico, no pierde de vista el lujo. Tanto los tableros como las piezas se pueden adquirir de forma individual, por separado y el precio de los juegos oscilan entre los 8 mil y 20 mil dólares.
Pero la espectacularidad de esta creación de Benzoni no es única. En el 2009 otro diseñador, Alexander Gelman, se atrevió a con un ajedrez realizado exclusivamente en oro y plata, produciendo una colección limitada cuyos juegos alcanzan el precio de 55.000 dólares. Pero el que sea posiblemente el ajedrez más caro del mundo es el creado por el jotero francés Bernard Maquin que en 2005 presentó un juego valorado en 500.000 dólares, el “The Royal Diamond Chess”, realizado en oro blanco, y diamantes de color blanco y negro.
