Itinerarios campestres por Madrid

Doña Primavera tiene la virtud de reconciliar a los madrileños con Madrid. Es leve y dura poco, pero hermosa. Mayo es, además, el espléndido mes de la flores y también el dedicado a Virgen María. Y, entre los muchos itinerarios que la Comunidad madrileña brinda para disfrutar de esta hermosa época, dando un paseíto campestre fácil y grato, nos atrevemos a recomendar la senda que une el pueblo de Colmenar Viejo con la ermita de la Virgen de los Remedios.

Si se va en el propio vehículo, por la carretera de Madrid a Colmenar, tomando el desvío a Guadalix (no a San Agustín de Guadalix, que es inmediatamente anterior), puede estacionarse en un aparcadero, sin vigilancia, pero sin problemas conocidos, que se encuentra a unos doscientos metros de este desvío, a la derecha. De allí surge una pista de tierra, arbolada y cuidada por el Ayuntamiento colmenareño, dotada incluso de una fuentecilla, que lleva sin pérdida hasta la ermita, pasando antes por la entrada a la base de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército: no se alarme nadie si escucha el giro de rotor o el vuelo de algún helicóptero.

En el recinto de la ermita, abierto desde las ocho de la mañana hasta la puesta del sol, además del oratorio en que es raro que no haya nadie venerando la imagen de la Virgen, hay un cómodo espacio con vistas a la sierra, que permite identificar sus cumbres y enclaves, un panel que hace memoria de que en aquel pago se rodaron imágenes de “El Cid”, de Chartlon Heston y Sofía Loren, restos arqueológicos romanos y visigodos, que dan fe de las muchas centurias desde las que aquél es lugar de culto, y hasta un acogedor bareto, que puede dispensar algún refrigerio. El regreso, por el mismo camino, hasta el aparcadero.ida y vuelta, unos seis kilómetros, gratos kilómetros, al alcance de todos.

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