Si hasta hace unos años un rico que quería mostrar su poderío al mundo se compraba una isla para uso privado, cuanto más lejana y aislada mejor, parece que los momentos económicos han desviado su atención de esta antaño prioridad e incluso muchos se han visto obligados a venderlas. El resultado: las islas están de rebajas.
Nueve islas australianas de la Gran Barrera de Coral, comercializadas por la inmobiliaria Codwell Banker, algunas de ellas con sus respectivas mansiones equipadas a todo lujo, han visto reducido se precio entre un 30 y un 50% llegando algunas a costar menos que un chalet en Madrid.
Aunque siguen estando lejos del presupuesto para vivienda de la mayoría de los mortales, al menos estas noticias invitan a soñar más realmente con poseer un paraíso propio. Y dispuestos a imaginar, ésta podría ser nuestra oportunidad, por ejemplo, para adquirir Turtle Island, isla que hace unos años quiso adquirir la actriz Julia Roberts pero que acabó en manos de un empresario australiano quien, como ha declarado a la delegación local de la agencia Reuters Richard Vanhoff, de la agencia inmobiliaria, la puso a la venta y pedía “6,5 millones de dólares por ella aunque ahora están dispuestos a aceptar cualquier oferta razonable”.
Otra de las islas que cuelgan el cartel de “se vende” es la famosa Hinchinbrook, donde en 2008 se rodó la película La isla de Nim, protagonizada por Jodie Foster. Y no son más que unas pocas de todas las que en el panorama actual van a pasar de islas privadas a islas desiertas.
