¿Cuántas veces has buscado síntomas como dolor de cabeza, tos, molestias estomacales en Google? Los resultados, de lo más variopinto, pueden llevar a engaños y han propiciado la aparición de una nueva patología directamente relacionada con Internet: ser cibercondriacos, es decir hipocondríacos de lo que se lee en la Red.
Según datos de una encuesta realizada por Google, el 71% de los usuarios españoles de Internet consultamos la información sobre salud en la Red. Las enfermedades sobre las que más nos interesamos son las relacionadas con el aparato digestivo, la nutrición, salud mental o belleza. Si bien estos datos muestran una creciente preocupación por estar informados y conocer hábitos de vida saludable, según aconsejan diferentes webs médicas y de salud, también responden a dos nuevas realidades, menos positivas, que han surgido con la red.
En primer lugar, el nacimiento del paciente experto, que busca constantemente y a fondo muchísima información en Internet sobre todas las patologías que se le ocurran o crea padecer, tanto antes como después de acudir al médico; y el internauta cibercondriaco, aquellos que se sienten la necesidad de informarse sobre graves patologías y terminan por magnificar cualquiera de sus síntomas y pensar que padecen alguna de ellas.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que en salud como en cualquier otro tema no todo lo que aparece en la Red es fiable. Lo tradicional, acudir al especialista, continúa siendo lo más recomendable para nuestra salud. Para informarnos, de todas formas, lo más seguro es acudir a las webs oficiales de instituciones médicas de reconocido prestigio y revistas de salud que conozcamos su fiabilidad.
