Implantes mamarios: belleza segura

Cada vez son más las mujeres que optan por la cirugía estética para tener unos senos que las haga sentir bien. Sólo en España se realizan 50.000 implantes de silicona al año, lo que nos sitúa a la cabeza de los países dela Unión Europea. Los motivos por lo que se opta por este tipo de intervención son diversos. Por un lado se puede deber a una custión puramente estética (cerca de un 80% de los casos), o bien para hacer una reconstrucción de la mama tras haber sufrido una cirugía oncológica (20%) o, como en algunos casos puntuales, en operaciones de cambio de sexo.

No todas las prótesis mamarias son iguales. Las dos principales son las de silicona y las de solución salina y su elección depende por un lado del criterio del cirujano y por otra de  la voluntad del paciente.

Implantes de silicona.- El tamaño, la textura, el relleno y la forma de los implantes mamarios pueden variar en cada paciente. En este proceso lo primero que hay que hacer es decidir la textura de la envoltura del implante, que puede ser lisa o texturizada. Es un tema delicado, si bien la mayoría de los cirujanos eligen en función de la ubicación de la prótesis, encima o debajo de la musculatura pectoral. En la mayoría de los casos, se usan prótesis con textura rugosa para prevenir algunas complicaciones. A continuación se escoge el tipo de relleno del implante, que puede ser blando o cohesivo. El primero no mantiene su forma y cambia según los movimientos de la mama o después de recibir una determinada presión. Con el gel cohesivo, la mama mantiene su forma predeterminada, con una textura que se asemeja a un flan.

Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de escoger la prótesis es su forma. Cuando se interviene por un motivo estético y sólo se pretende aumentar el tamaño del seno, se utilizan prótesis de forma redonda, por su proyección en la parte superior de la mama. En cirugías de reconstrucción mamaria se usan, en general, prótesis anatómicas que aumentan la altura desde la parte inferior de la glándula. Respecto al perfil, puede ser alto, mediano o bajo. En las de perfil alto, la mama sobresale más, mientras que el resto destaca por una base mayor y una sensación de pecho más ancho.

El volumen del implante es otro aspecto destacado. Oscila entre 125cc y 450cc, en función del tamaño final deseado. Para determinar todas las variables y satisfacer las necesidades del paciente, es aconsejable colocar las prótesis en un sujetador sin relleno y observar cuál se ajusta más a las expectativas de la interesada.

Implantes de solución salina.- Tienen unas características similares a los de silicona pero, en cuanto a textura, su relleno y forma son diferentes. La principal ventaja frente a las anteriores es la incisión que se requiere para introducirlos, que es menor, ya que primero se coloca la envoltura y, a continuación, el cirujano la rellena a través de una válvula con la solución salina, mediante una jeringa o un dispensador especial.

Riesgos.- Como cualquier intervención quirúrgica, implantar unas prótesis mamarias conlleva un riesgo y algún efecto secundario indeseado como pueden ser alergias, problemas circulatorios y alteraciones de cicatrización, hemorragias o infección, entre otros. Sin embargo, estos son muy leves en el conjunto de las intervenciones mamarias. Una de las mayores complicaciones se origina al romperse la envoltura que recubre el relleno. Tanto si es un gel de silicona cohesivo (que no se escapa de su cápsula) como blando o una solución salina (los efectos de una posible fuga no causan efecto tóxico), se resuelve con el cambio del implante.

En cualquier caso los expertos siempre están alerta. Así, recientemente, laAgencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha advertido que las mujeres con implantes mamarios de la marca francesaPoly Implant deben someterse a un control ecográfico anual tras haberse comprobado que tienen un porcentaje mayor de fallo y que en algunas pacientes pueden provocar reacciones inflamatorias. Además, la AEMPStambién ha comunicado a los centros y profesionales sanitarios que interrumpan la implantación de estas prótesis. Esta decisión se ha adoptado después de que las autoridades francesas hayan informado de que los implantes estaban siendo fabricados con un gel de silicona “diferente” del que había sido evaluado por el organismo correspondiente, lo que cuestiona las garantías de estas prótesis.

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