Hoteles ‘low cost’: sólo con lo imprescindible

Es evidente que cada vez hay más gente que viaja y que lo hace en más ocasiones, pero gastando menos. El turismo de bajo coste va en alza, gracias sobre todo a las líneas de bajo coste. Pero cada vez hay menos viajeros que, después de pagar por un vuelo barato, estén dispuestos a desembolsar una parte importante de su presupuesto en el alojamiento (después de todo no parece lógico pagar 15 € por un vuelo de más de dos horas y que la noche de hotel nos salga a 120 €). Por ese motivo cada vez más hoteles, independientemente de su categoría o su concepto, están tomando prestado el modelo de negocio de las aerolíneas de ‘bajo coste’. En sus webs no hay una pestaña que diga “Tarifas”, sino un calendario en el que el cliente va escudriñando en busca de una habitación que se adapte a sus necesidades y con un precio que le satisfaga, el cual va a depender de la oferta y la demanda, la antelación o proximidad de la fecha y otra serie de factores imprevistos que en muchas ocasiones el usuario no sabe calcular. Son tarifas ‘flexibles’, por lo que buscadores como elowcost.com, Kayak o Kelkoo nos ayudarán a encontrar el precio más económico entre diferentes hoteles o incluso de un mismo hotel y de una misma habitación.

Mientras los hoteles económicos convencionales han reducido sus costes al ubicarse en zonas periféricas y recortando sus calidades y servicios, el concepto de los ‘nuevos low cost’ es más preciso. No ofrecen ni spa, ni gimnasio, ni salones para congresos, ni grandes espacios comunes, ni restaurante exótico… Pero es que hay muchos clientes que no quieren nada de eso. Adiós a las toallas (o al menos a su cambio diario al igual que el de las sábanas, ahorrando dinero al tiempo que cuidamos del medioambiente), a los botecitos de champú o de pasta de dientes… También se reducen costes en la partida de personal, pero no rebajando su preparación y su nivel de atención al cliente, sino que por el contario se precisan profesionales polivalentes, que abarquen muchas disciplinas, capaces de desenvolverse con las nuevas tecnologías, capaces de trabajar en recepción, hacer reservas, ayudar en tareas de administración, con un buen dominio de los idiomas, etc.

En la mayoría de los casos se ofrecen habitaciones pequeñas y modernas –se dimensiona el espacio disponible- pero céntricas (nada de estar en las afueras, polígonos o carreteras), confortables, limpias y seguras para pasar la noche a buen precio (entre los 40 y lo 90 euros).

En definitiva, diseñados para los centros de las ciudades, basándose en la idea de que los clientes están dispuestos a contar con menos espacio a un mejor precio, a costa de pagar a parte servicios como la conexión Wi-Fi, la televisión o el aire acondicionado. En este apartado encontramos los hoteles de las cadenas pioneras en este sector: EasyHotel.com (filial de Easyjet) y Tune Hotels. Lo cierto es que este tipo de alojamiento, evidentemente no es para todo el mundo. Son prefectos para viajes de negocios o escapadas de pocos días al centro de una ciudad, para hacer turismo, salir a cenar y solo volver a la habitación para dormir.

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