Formación, un nexo entre jóvenes y mayores

Tanto la transmisión de conocimientos de los mayores a los más jóvenes como el aprendizaje que en la tercera edad se puede llevar a cabo cuando no se ha tenido oportunidad en la infancia y la juventud, hace que el papel de los mayores en la sociedad adquiera una mayor relevancia al tiempo que a ellos les infunde un sentimiento de utilidad y validez.

Gracias a una convocatoria de la Fundación Responde y el Banco Supervielle en Argentina, los jubilados enseñan oficios, como cocina, soldadura o cosmética a los nuevas generaciones. 425 jubilados de distintas partes de la Argentina recibieron el homenaje por su trabajo con las jóvenes generaciones para compartir con ellas y enseñarlas diferentes disciplinas como soldadura, tejido, cosmetología y cocina. El programa corre a cargo de la Fundación Responde (en colaboración con el Banco Supervielle) y cumple el doble objetivo de por un lado transmitir a una nueva generación que está comenzando a trabajar y que carece de la instrucción ni el conocimiento de ningún oficio y, al mismo tiempo revalorizar a los mayores.

En los comienzos del programa era la propia entidad bancaria Supervielle la encargada de reclutar a los mayores colaboradores a través de las convocatorias en las sucursales que el banco tiene en las distintas provincias argentinas, aprovechando las visitas de los mayores al acudir a cobrar su pensión. Así, poco a poco, durante 6 años 425 jubilados de distintas partes del país, se inscribieron como maestros capacitadores en lo que había sido su oficio o experiencia de vida, para transmitirla solidariamente a los habitantes más jóvenes de las zonas rurales que jamás tuvieron la oportunidad de formarse.

Pero no hay que olvidarse de aquellos mayores que no han tenido la oportunidad de terminar sus estudios. De ellos se ocupa la Fundación Cruzada Patagónica, que ha desarrollado unos talleres educativos en Junín de los Andres dirigidos a mayores que no terminaron sus estudios de primaria. Voluntarios docentes se desplazan en camioneta desde Junín de los Andes recorriendo diferentes lugares para localizar a mayores interesados por aprender. Luego las clases se imparten en salones comunitarios, escuelas primarias e incluso en la casa de alguno de los alumnos de las comunidades Linares, Painefilú, Raquithue y Lafquenche, a 40 y 60 kilómetros de Junín de los Andes.

También en Chile el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, junto al Fondo de Inversión Social desarrolla desde 2004 el programa de Asesores Senior en el que profesores jubilados enseñan, de forma personalizada, a niños y niñas de escasos recursos que cursan entre 1° y 8° año de educación básica y que presentan un bajo rendimiento escolar, ayudándoles a adoptar hábitos de estudio y a mejorar sus notas. Los mayores voluntarios desarrollan un plan de trabajo para cada estudiante y una vez a la semana acuden al domicilio del niño al que apoyan. Este año participan 350 profesores y abarca 50 comunas de todo el país, beneficiando a 700 niños.

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