Fantasía mecánica

Es la meca a la que los aficionados a los coches de época han de peregrinar al menos una vez en la vida. El expositor de los modelos de colección más valiosos y exclusivos. El Concorso d’Eleganza Villa d’Este reúne cada año a los más afamados vehículos en dos categorías, clásicos y prototipos modernos. La única condición es que deben estar en perfectas condiciones para circular. El impecable estado estético se le supone. Para hacernos una idea, en el palmarés hay automóviles como un Alfa Romeo 6C1750 Convertible Royale Castagna, 1931 o un Maserati A6GCS Spider de 1951. Tesoros realmente incalculables, de los que muchas veces no hay más ejemplares en el mundo.

El escenario de este suntuoso entorchado es el Lago de Como, específicamente los jardines del aristocrático palacio de Cernobbio. Un lugar idóneo para un certamen que quiere retrotraer a sus participantes al mundo de lujo y elegancia de la Belle Epoque; a ese 1929 en el que la Coppa d’Oro se concedió por vez primera.

Sin embargo, pese a esos orígenes tan genuinos, el Concorso desapareció en 1949, y su rescate del olvido es una idea moderna. La concentración volvió por sus fueros en 1999, convertida ya en una cita para mostrar joyas preservadas de la automoción de todos los tiempos, pero también, como ocurría en su día, lo bueno y mejor de la ingeniería moderna.

De hecho, además de la Coppa d’oro, que decide el público asistente, se dan otros muchos galardones, como el BMW Group, que otorga el Jurado, y los propios de cada subcategoría y que cambian un poco cada año para mantener el interés.

En total, las reuniones acostumbran a convocar a más de una cincuentena de vehículos clásicos anuales y otros tantos contemporáneos. En el primer caso, a juicio se someten la autenticidad del modelo y lo bien conservado que haya llegado o lo adecuadamente restaurado que haya sido. Porque lo que marca las diferencias en Villa D’Este es que todas las piezas de los contendientes han de ser originales, modificadas como máximo durante los primeros 15 años de vida del coche o perfecta y artesanalmente reproducidas para semejar en todo a las auténticas. Pero además, también se repara en el funcionamiento del motor, la belleza de la tapicería y de los accesorios.

Los aficionados y coleccionistas que se sientan atraídos por el Concorso cuentan este año, además, con una prórroga, pues en lugar de su habitual ubicación a finales de abril, este año dispondrán hasta finales de mayo para organizar su visita o preparar su inscripción.  Pueden consultar en su web todos los detalles.

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