>Tras la tormenta ha llegado la calma. A pesar de los negros pronósticos que la Organización Mundial de la Salud tenía sobre los efectos del virus H1N1, gripe A, que ha provocado la muerte de 13. 554 personas desde su aparición en México en marzo de 2009, la mayoría de ciudadanos optaron por no vacunarse y sus consecuencias no han sido tan alarmantes.
En este sentido, la directora de la OMS, Margaret Chan, ha reconocido, en el marco de la reunión del Consejo Ejecutivo en Ginebra, que el organismo que dirige “no había previsto que la gente decidiría no vacunarse” contra la gripe A. Esta inesperada respuesta la achacan a la gran cantidad de información a la que los ciudadanos hoy en día podemos acceder que conviertan en alfo del pasado el acudir a por consejo a los responsables de la salud y cumplir sus recomendaciones.
“Una parte del problema viene de la gran diferencia ente lo que se había anticipado, después de haber observado durante mucho tiempo el virus mortal H5N1 -de la gripe aviar- y lo que afortunadamente luego llegó con el H1N1, que se ha mostrado relativamente poco agresivo”, ha apuntado Chan. Así, lo que parecía que iba a ser una gran pandemia que iba a necesitar dos dosis de vacuna para prevenirse, resultó poder combatirse fácilmente sólo con una.
El rechazo a esta vacuna ha sido tal, que las autoridades sanitarias de algunos países, como Bélgica, Noruega y Alemania, ante los importantes excedentes de la vacuna han negociado con los laboratorios farmacéuticos.
