¿Están a salvo nuestras pensiones?

La mayoría de los jubilados tememos el momento en que nos digan que nuestras pensiones se congelan o lo que es peor que bajan o desaparecen. Algo claramente injusto si tenemos en cuenta que hemos pasado gran parte de nuestra vida trabajando y cotizando a la Seguridad Social para asegurarnos una vejez digna.

Y aunque el sistema de pensiones diseñado en los años 40 aseguraba la sostenibilidad de éstas, lo cierto es que la situación ha cambiado y ahora no hay cotizaciones suficientes para mantener este ritmo.

En los 40, España gozaba de una situación de pleno empleo, salarios anualmente indexados a la inflación y una esperanza de vida tras la jubilación mucho menor que la actual.

Las cosas están peor y con el desempleo que existe, los bajos salarios que, como es lógico cotizan menos y la alta esperanza de vida de los españoles, el estado tiene mucha dificultad para asumir estos costes.

En la actualidad, el agujero del sistema de pensiones es de 16.707 millones de euros, esto se debe, entre otras cosas, a que está subiendo la retribución media porque se jubila gente que ha cotizado más durante su vida laboral que las generaciones anteriores y, por otra parte, bajan las contribuciones medias a la Seguridad Social debido a la precariedad laboral y los bajos salarios. Una situación que no tiene ninguna pinta de cambiar a corto plazo.

Con este panorama y la situación de inestabilidad política de nuestro país, por no hablar de la corrupción, parece que el sistema de pensiones es insostenible. Sin embargo, el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro manda un mensaje tranquilizador a los jubilados asegurando que no se van a congelar ni a bajar las pensiones.

Aún así reconoce que el país se encuentra en un momento complicado y reconoce que ”Si las pensiones crecen al 3% habrá que decir a la sociedad que debemos asumirlo, también si esto significa encontrar otras vías de financiación”, para ello tienen previsto una amplia reforma del sistema público en consenso con el resto de partidos políticos. Algo que, en definitiva, garantice la estabilidad a largo plazo.

Esperemos que primero se pongan de acuerdo para formar gobierno y que, de una vez por todas, piensen en los ciudadanos y no en cómo enriquecerse ellos.

Foto: Google Imágenes

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