Durante el invierno casi siempre hay ocasiones en las que la batalla contra resfriados, catarros y gripes se pone difícil, y vacunas, complejos vitamínicos para reforzar las defensas y cualquier otra prevención se nos queda corta. Sin embargo, una solución es la Equinácea, es una planta que engloba a variedad de especies (de la familia Compositae) con una larga historia de uso medicinal tanto en Europa como en el norte de América para los trastornos respiratorios, desde el resfriado común y la tos hasta procesos infecciosos del tracto respiratorio como bronquitis, laringitis, faringitis, sinusitis, otitis, amigdalitis…
Hoy por hoy es fácil encontrar en cualquier herbolario o farmacia alguna de las diferentes presentaciones de los preparados de Equinácea (jarabe, gotas, pastillas, tintura, pomada cicatrizante). Y es que sus propiedades para estimular el sistema inmunitario, con la consecuente protección frente a los resfriados u otras infecciones y afecciones respiratorias, la van haciendo más conocida, a lo que también van contribuyendo trabajos de científicos como el desarrollado en el año 2000 en el Centro de Investigación de Medicina Complementaria de la Technische Universität München, en Munich (Alemania), para que tanto consumidores como miembros de la sociedad médica conocieran más sobre esta planta, como el hecho de que los productos disponibles con el término “Echinacea” o “Equinácea” difieren de forma considerable en su composición y, por lo tanto, en sus propiedades. Y es que no tiene los mismas efectos una preparado de “Echinácea angustifolia” que de la “Echinácea purpúrea” o la “Echinácea pallida”, además de depender también de otros factores como a la utilización de las diferentes partes (raíz, tallo, hojas), los distintos métodos de extracción y la adición de otros componentes.
Posteriormente a este estudio alemán, en 2008 los investigadores deUniversidad de la Escuela de Farmacia de Connecticut (EE.UU) publicaron un estudio en la revista Lancet, en el que confirmaban, tras analizar los resultados de 14 ensayos clínicos realizados con el mayor rigor metodológico, que la Equinácea disminuye las probabilidades de desarrollar el resfriado común en un 58% y la duración del malestar en 1,4 días, considerándose a la “Echinácea purpúrea” como la variedad efectiva ante la incidencia y la duración de los síntomas, al estimular las defensas para luchar contra el rinovirus, uno de los responsables más habituales de los resfriados.
A pesar de sus bondades hay que tomar alguna precaución si nos decidimos a utilizar la Equinácea, ya que se han detectado algunos efectos secundarios como molestias gastrointestinales y reacciones relacionadas con la piel (erupciones cutáneas). También se tiene constancia de que los principios activos de la planta interactúan con determinados medicamentos, por lo que se aconseja considerar la Equinácea como un complemento dietético de prescripción medica.
