Enemigos en la playa

Las medusas, de cuerpo gelatinoso, son sin duda uno de los protagonistas de cada verano. Su picadura, además de producir un intenso picor y dolor localizados en la zona afectada que se prolonga al menos entre 30 minutos y una hora, deja una clara marca a modo de rozadura con pústulas. Poco podemos hacer a parte de limpiar la herida con agua salada y aplicar compresas frías además de una crema con antihistamínico o corticoides, para reducir la inflamación y aplacar algo el dolor. En ningún caso deberemos frotarnos la herida, ya que con ello sólo extenderemos la sustancia tóxica que inocula la medusa, y con ella la erupción. En el caso de que observemos algún tentáculo clavado, habrá que sacarlo utilizando guantes para evitar que se clave en la persona que lo está extrayendo. En esta operación el vinagre puede ser beneficioso porque ayuda a que se desprenda de la piel.

Lo normal es que la herida, a parte del dolor, ‘tan sólo’ deje una marca similar a un latigazo, pero en ocasiones la picadura de la medusa puede provocar en algunas personas un ‘shock’ anafiláctico por una reacción alérgica al tóxico. Especial cuidado han de tener las personas mayores las personas mayores, sobre todo si presentan patologías de base cardiovascular o están polimedicados.

En cualquier caso es conveniente acudir inmediatamente a los servicios de la Cruz Roja en la misma playa. La lesión no dura más de tres días, con dolor intenso entre 30 y 60 minutos, aunque puede llegar a las 6 o 7 horas.

Otro de los peligros para los aficionados a pasearse y bañarse por la playa es el pez araña pequeño, que se encuentran en enterrados en el barro o en las arenas de aguas poco profundas. Su picadura produce un intenso dolor y una reacción importante en la piel: enrojecimiento, inflamación, y a veces también provoca dolor de cabeza, náuseas y vómitos. En este caso lo mejor es rociar sobre la herida agua dulce. El siguiente paso debe ser sumergir la zona en agua caliente (de 43 a 46 grados) de 10 a 90 minutos o hasta que se empiece a sentir alivio del dolor. Si las molestias vuelven a aparecer, se pueden aplicar compresas calientes. Con estas ‘acciones de choque’, a continuación deberemos acudir a un centro médico para recibir el tratamiento adecuado.

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