En busca del Reino perdido

Después de décadas en el olvido, un grupo de personas redescubrió, a finales de los años 70 en la Sierra norte de Madrid, Patones de Arriba, un pequeño pueblo derruido que antaño había llegado a ser un Reino independiente. Desde entonces las cosas han cambiado mucho para este pueblo medieval que se ha convertido en destino obligado para los amantes del turismo rural.

Aquel grupo de mayores y jóvenes reconstruyeron y volvieron a dar vida a un pueblo en ruinas. Para que no se perdiese el encanto de su decadencia, Patones de Arriba fue rehecha con los mismos materiales que hace siglos: piedra y pizarra. Ahora este pequeño Reino ofrece al visitante un amplio abanico de posibilidades: alojamiento y restauración de calidad en un paisaje único, rutas entrañables por las que hacer senderismo, exposiciones, patrimonio arquitectónico, yacimientos arqueológicos…

Una sinuosa carretera te acerca a este paisaje que se va escondiendo entre las montañas, y allí, oculto, está Patones de Arriba. Los coches tienen prohibida la entrada en el pueblo ya que es imposible que puedan circular por sus callejuelas, rompen con su tranquilidad, y dificultan que los numerosos visitantes que pasan por Patones cada año puedan disfrutar del encanto de cada una de sus esquinas.

Para quienes decidan hacer una escapada a este pueblo, a cincuenta kilómetros de Madrid capital, pueden alojarse en alguno de los diez apartamentos rurales que Ayuntamiento de Patones habilitó con este fin en dos edificios emblemáticos del Reino, o en el Hotel Tiempo. Durante el día, además de pasear por sus calles y alrededores y visitar sus exposiciones, puede degustar sus quesos, embutidos, hortalizas, legumbres, y carnes, haciendo un “alto” en alguno de sus numerosos bares y restaurantes, como la terraza de Patones, Las Eras, La Cabaña o El Poleo.

Más información: http://www.patones.net

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