En busca del equilibrio

Unión y equilibrio del cuerpo, la mente y el espíritu. A través del yoga se puede lograr este objetivo. Para ello, se trabajan las diferentes partes del cuerpo, se trata de conseguir que ese ejercicio afecte a los órganos internos y, al mismo tiempo, que esto se manifieste en la mente. De esta manera, se resuelve el estado óptimo de salud de quienes practican esta disciplina hindú, un estado total de relajación y la secreción de endorfinas, proporcionando sensación de bienestar.

Se trata de lograr controlar el organismo y el intelecto en orden a alcanzar la armonía y equilibrio entre ambos. El secreto de su éxito es la combinación de diferentes ejercicios físicos –estiramientos y de relajación, principalmente-, con una respiración controlada y, quienes lo deseen, sesiones de meditación.

Cumpliendo esta estructura, existen varios tipos de yoga. Las variedades que más se practican son: ashtanga yoga, raja yoga¸ hatha yoga, jñaha yoga o el karma yoga; el dinamismo es la característica diferenciadora de cada variedad de yoga. El deportivo, que es el que se practica principalmente en gimnasios y centros especializados, surge de una mezcla de los tipos anteriormente nombrados.

Practicando yoga se puede llegar a eliminar la ansiedad, la depresión y el estrés físico y psicológico. Asimismo, a través del correcto control de la respiración se consigue aportar más oxigeno al organismo favoreciendo el rejuvenecimiento de las células y al mismo tiempo que calma multiplica la energía y vitalidad.

El yoga trabaja en base a los Chakras, que son centros de energía que están localizados en determinadas partes del cuerpo, permitiendo que la energía fluya por cada zona. ¿Los requisitos? Ganas y ropa adecuada, deportiva y cómoda. El resto: relajarse.

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