Tradicionalmente el paso de la mujer a la tercera edad se ha venido marcando por un ciclo biológico como el de la menopausia, protagonizado por la retirada del período, pero que está acompañado por toda una serie de cambios hormonales con sus respectivas consecuencias físicas y psicológicas. Esta etapa de las mujeres vista de forma natural, ha servido de chanzas y comentarios de cierta jocosidad cuando se atribuían a los hombres la llamada andropausia, llegando algunos incluso a poner en duda su verdadera existencia. Pues bien, un equipo de científicos de laUniversidad de Manchester (Reino Unido) ha identificado los síntomas asociados al hipogonadismo tardío, coloquialmente “menopausia masculina“, que aparece tras una baja producción de testosterona en hombres de mediana y avanzada edad.
El estudio se ha publicado en la revista ‘New England Journal of Medicine’, donde se explica que entre los síntomas más habituales de la andropausia están una menor erección matinal, bajo deseo sexual, disfunción eréctil, incapacidad para realizar actividades vigorosas, depresión y fatiga. Además de estos síntomas asociados a la sexualidad, se han detectado otros secundarios como apatía, falta de energía y tristeza que también están relacionados con esta enfermedad. Sin embargo, y a diferencia de la menopausia que afecta a todas las mujeres, sólo un 2% de los hombres experimenta este proceso. Éstos son sólo algunos de los síntomas de una lista de 32 descritos indicativos de un hipogonadismo, de los cuales sólo nueve están asociados de una u otra forma con los bajos niveles de testosterona.
Antes de cualquier tratamiento es fundamental hacer un diagnóstico correcto, lo que no se da actualmente, ya que hay una tendencia a recetar tratamientos con testosterona a hombres que realmente no los necesitan, como señala uno de los autores del estudio, Fred Wu, experto en Biomedicina de la Universidad de Manchester quien también ha afirmado que “Por primera vez se han identificado los síntomas del hipogonadismo tardío y la investigación sugiere que el tratamiento con testosterona sólo sería útil en un número reducido de casos, en los que hay una deficiencia de andrógenos, ya que muchos síntomas no están relacionados con un descenso de los niveles de testosterona”.
