El Instituto de Cultura de la FUNDACIÓN MAPFRE acaba de inaugurar en su sede del madrileño Paseo de Recoletos una exposición sobre Ernst Ludwig Kirchner que permanecerá abierta todo el verano, tocando su fin el próximo 12 de septiembre. Comisariada por Karin Schick y Maria Luisa Barrio la muestra es, en realidad, una retrospectiva que nos invita a repasar pormenorizadamente la obra de uno de los artistas más rompedores del siglo XX.
“ERNST LUDWIG KIRCHNER (1880-1938)” nos ofrece una oportunidad única para conocer a fondo la obra del alemán; ya que la muestra -configurada gracias a los préstamos de diversas instituciones de todo el mundo- ha sido creada específicamente para exhibirse en Madrid, tras lo que no viajará a ningún otro lugar. La componen más de 150 obras -entre lienzos, esculturas, litografías y otras piezas sobre papel- resultando especialmente interesante la colección de fotografías a través de las que el artista resumió su propia vida, así como su proceso de creación. Se trata de copias nuevas, realizadas a partir de los negativos originales, y constituyen una de las fuentes más importantes que ofrece la exposición para descubrir, en la medida de lo posible, la identidad personal y artística del creador alemán.
La obra de Kirchner, así como la del resto de sus compañeros del grupo “Die Brücke” fue fundamental para reafirmar la ruptura que se había producido en el ámbito artístico a partir del impresionismo.Aunque los objetivos de este grupo expresionista fueron, en primera instancia, romper con todo lo anterior y volver a un primitivismo en el que primara la frescura, la expresividad, la inmediatez, la crudeza de la realidad y la ingenuidad de la pintura; no pudieron desligarse, sin embargo, de la influencia de algunos de sus precursores, como fueron Van Gogh o Munch.
