A nadie le gusta envejecer, bueno, a casi nadie; pero el paso del tiempo, ineludiblemente, va haciendo mella en nuestro rostro en forma de arrugas de expresión, ojeras… y, pese a la revolución de la cirugía estética, todos terminamos por hacernos viejos, con más o menos dignidad; bueno, todos menos Dorian Gray.
Nos referimos al personaje de ficción que protagoniza la famosa novela de Oscar Wilde “El retrato de Dorian Gray”; un joven inexperto que queda cautivado por las teorías hedonistas de Lord Henry Botton, amigo de Basil -un artista que retrata a Dorian, sorprendido por el tremendo atractivo de éste-, para quien sólo la belleza y la búsqueda del placer tienen sentido en este mundo. Escuchándole, Dorian desea conservar eternamente sus refinadas cualidades estéticas y permanecer siempre tan apuesto como se muestra en el lienzo de Basil. Su deseo se cumple; sólo que las marcas del paso de tiempo y de las atrocidades cometidas en nombre del placer van apareciendo, como un terrorífico recuerdo de lo que verdaderamente es, en el lienzo pintado por su amigo.
La vanidad, la perversión y la locura de la época victoriana (finales del siglo XIX) quedan espléndidamente reflejados en este texto de Oscar Wilde, donde el autor retoma uno de mitos más antiguos sobre la corrupción del alma humana: el de narciso. Con decadentismo, dandismo y estética gótica como telón de fondo el escritor hace una revisión de la peculiar moral burguesa, aludiendo también a grandes clásicos de la literatura; como el Fausto, de Goethe, o La tempestad, de Shakespeare.
Como muchas de las grandes joyas de la literatura, El retrato de Dorian Gray también ha sido adaptada al teatro y, cómo no, al cine en varias ocasiones. Hasta el momento, la más famosa es la dirigida por Albert Lewin en 1945 y protagonizada por George Sanders (Lord Henry Wotton), Ben Barnes (Dorian Gray), Donna Reed (Gladys Hallward)y Angela Lansbury (Sibyl Vane); pero ya está en boca de todos la nueva versión del libro -que se estrenará en nuestro país el próximo 11 de junio- dirigida por Oliver Parker y protagonizada por Ben Barnes (Dorian Gray), Colin Firth (Lord Henry Wotton), Ben Chaplin (Basil Hallward) y Rachel Hurd-Wood (Sybil Vane). Aunque bastante versionada, sobre todo en los aspectos que afectan a las motivaciones de algunos personajes, la cinta promete bastante y, por lo que hemos podido ver en las fotos publicadas en revistas especializadas, la estética gótico-victoriana está bastante más lograda que en la versión anterior.
En cualquier caso, como siempre, nuestra recomendación es que, ya que todavía queda algo de tiempo para que estrenen el nuevo filme, os hagáis primero con la novela; cuya fascinante lectura, sin duda, os resultará cautivadora.
