Cerca de un 10% de los españoles reconoce medicarse sin prescripción médica, según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo del año 2003. Un hecho demasiado común en los hogares españoles que puede traernos diversos problemas para nuestra salud, tanto es así, que casi 10.000 personas mueren al año por automedicarse erróneamente.
Entre noviembre de 2006 y octubre de 2007 la gripe afectó a más de medio millón de españoles, según los casos notificados al Instituto Español de Estadística, aunque los especialistas estiman que afecta a más de 3 millones de españoles cada año. Los médicos recomiendan, por ser la patología más común y por la que menos acudimos al especialista, que no nos automediquemos y, sobre todo, que no tomemos antibióticos si contraemos una gripe. Asimismo, insisten en que ante cualquier duda, lo mejor es consultar con el médico de cabecera.
Y es que esta actitud inocente conlleva graves riesgos para nuestra salud llegando a empeorarla y provocando efectos no deseados sobre nuestro organismo. Cada vez se pueden obtener en las farmacias, e incluso supermercados, más medicamentos sin necesidad de mostrar una receta. Por otro lado, cometemos a menudo la ligereza de actuar como profesionales vinculando, por repetición, unos síntomas con unos remedios. De ahí, que muchas veces tomamos antibióticos cuando en realidad no harían falta, y nuestro organismo reacciona generando cepas bacterianas resistentes a ese antibiótico, por tanto, va disminuyendo su efectividad.
Otro riesgo a tener en cuenta es el de los efectos secundarios. No contamos con los suficientes conocimientos como para comprender los prospectos de los medicamentos y podemos causarnos todo tipo de efectos secundarios e incluso intoxicaciones.
