A sus 79 años Montserrat Caballé sigue arrasando allí donde actúa, con una agenda de conciertos firmados hasta el 2016.
De cuando en cuando nos gusta decorar esta sección con pinceladas de lo que muchos seniors, más o menos conocidos, hacen en su vida. En esta ocasión volvemos la vista (quizá habría que decir que la elevamos) hacia Montserrat Caballé, una de las mejores sopranos de la historia de la música que ya forma parte de ese cuadro de honor junto a la Callas, Tebaldi o Sutherland. Esta catalana, diva del bel canto con sus recién cumplidos 79 años afirma sentirse aún con fuerzas para seguir en los escenarios y asegura que “cuando uno ama su profesión, trabaja porque le gusta hacerlo”. Prueba de ello es que tiene firmados contratos hasta el 2016, sigue llenando allá donde actúa, y continúa recorriendo el mundo ahora compartiendo escenario en muchas ocasiones con su hija Montserrat Martí, una soprano también de grandes cualidades.
Precisamente hace unos días, y después de 7 años en los que la Caballé no cantaba en Madrid, ha presentado junto a su hija un concierto único que, con el título “Gracias Montserrat”, ofrecerán ambas para celebrar en Madrid el 50 aniversario de su debut. Será el próximo 9 de junio en elMadrid Arena con la Orquesta de la Comunidad (Orcam).
Montserrat Caballé también regresará el próximo 6 de junio a la sala Iturbi del Palau de la Música de Valencia para interpretar un recital a base de arias de compositores franceses, belcantistas y veristas, y grandes romanzas de la gran Zarzuela española. Pero además, según han informado fuentes de la organización, tras el concierto, y como reconocimiento a su especial vinculación con el auditorio valenciano desde su creación, se le hará entrega de la medalla conmemorativa del XXV aniversario del Palau de la Música.
A pesar de los reconocimientos recibidos, de las alabanzas del públic, melómano o no, y de los profesionales y entendidos en la materia, Montserrat Caballé no se ha dejado llevar al olimpo de los grandes, manteniendo siempre esa humildad que la caracteriza. De hecho, aunque no discute su importancia en la historia de la lírica y lo mucho que ha trabajado por pasear el nombre de España y de lo español por todo el mundo, dice que no le gusta que la llamen diva, “puesto que es absurdo, es idiota”. Para ella la música es lo importante: “No se puede subir a un escenario para buscar tu propio lucimiento, porque lo realmente importante es el compositor, su música. Tienes la obligación de no fallarle porque en ese momento eres el portador de su mensaje.”
Caballé siempre ha mostrado su firme convicción católica, su profunda fé recibida de sus padres. Tal vez esto, o las dificultades por las que pasó en su niñez y juventud, Montserrat siempre se ha caracterizado, además de por su grandeza artística, por su gran sensibilidad humana, mostrada entre otras cosas, a través de su colaboración en diferentes causas solidarias. Como prueba de ello es la fundación para niños necesitados que ha creado. Explica la Caballé que “mi marido y yo creímos que era una cosa buena ayudar a los niños y siempre nos hemos sentido útiles con este compromiso”. Además, asegura que “no hemos venido a este mundo sólo a distraer a la gente sino también a hacer algo positivo por los demás”.
Si esto no fuera suficiente, Montserrat Caballé abrirá el próximo 23 de junio la temporada de conciertos del Hotel Puente Romano de Marbella con una actuación benéfica en la que interpretará piezas clásicas de ópera junto a su hija y al tenor ruso Nikolay Baskov. Los fondos de este concierto irán destinados a la asociación The Children for Peace, que centra su labor en ayudar a niños necesitados de todo el mundo, especialmente en temas de educación.
Una diva, para muchos hasta una auténtica heroína (en Japón es tan admirada que hay admiradores que se lanzan al escenario en medio de la actuación para besarle el vestido), pero sobre todo un ser con una gran humanidad que ha puesto su genio a disposición de los demás. Todo un ejemplo.
