El barrio que es tendencia

Todos conocemos las delicias de la gran manzana, aunque sólo sea por el cine. Es posible que no hayamos estado en persona pero, de un modo u otro, todos hemos visitado el Empire State, la Grand Central Station o el Museo de Ciencias Naturales. Sin embargo, es muy posible, que sepamos bastante poco de uno de los barrios neoyorquinos con más encanto: Brooklyn.

Este singular neighborhood está unido a la Gran Manzana a través del famoso puente que lleva su nombre y que, en su momento, fue el puente colgante más grande del mundo. Pese a su cercanía a Manhattan, Brooklyn hace gala de una fuerte personalidad y, no en vano, se conoce como “Home to Everyone From Everywhere” (un hogar para cualquiera de cualquier lugar). En los últimos años se ha convertido en un foco de contra-cultura, donde las tendencias y el espíritu artístico están al orden del día. En buena medida, esto se debe a que es la zona predilecta donde, desde hace más de una década, se vienen instalando los artistas emergentes que ni pueden afrontar los precios de la Gran Manzana, ni renunciar a formar parte de su bullicioso ambiente creativo.

Se trata de un distrito muy joven que da cabida a todo nuevo movimiento; desde allí se han impulsado las iniciativas bio y el modo de vida hippie-chic; podría decirse que es un barrio donde el glamour desenfadado se confunde con el arte y la mezcla étnica, dando lugar a un encantador y cuidado lugar llena de tiendas recoletas y punteras, así como de restaurantes donde se puede degustar comida de cualquier parte del mundo. Ha sido escenario de series como “Los Soprano”, “Gossip Girl” o “Sexo en Nueva York” y no hay buen viajero bohemio que se precie que no tenga un día para alejarse de la Gran Manzana y deambular por las animadas calles de Brooklyn.

La zona más antigua del barrio se sitúa al borde del puente de Brooklyn, resulta muy agradable deambular entre las antiguas casas del siglo XIX, mientras se contempla la majestuosa silueta de los rascacielos. Del mismo modo, merece la pena dar una vuelta por Prospect Park, realizado por el mismo paisajista que Central Park, pero con un ambiente muy diferente. En sus alrededores se han establecido familias jóvenes que disfrutan de una vida tranquila lejos del bullicio de Manhattan y, gracias a ellos, han surgido en el barrio inciativas tan punteras como los “supermercados-cooperativa” o los “huertos urbanos”.

Williamsburg, un poco más al norte es la zona de Brooklyn donde se concentran el famoseo y los artistas. Las tiendas de ropa de segunda mano, conviven con las fábricas de cerveza artesanal, las sesiones de DJs  y los hoteles de lujo. No hay que perderse su “flea market”, donde es posible encontrar prácticamente de todo, ni su mercado de diseñadores emergentes, una opción perfecta para comprar artesanía moderna y singular.

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