El paso de los años hace que veamos la vida desde perspectivas cuando menos curiosas. Dejamos atrás la juventud y avistamos la vejez y con ella la muerte, y el sentido de la vida cambia. Y eso es lo que ha querido contar Clint Eastwood en su último film, ‘Más allá de la Vida’ -‘Hereafter’ es su título original-.
A sus 81 años, uno de los ‘duros’ de Hollywood por excelencia, ha elaborado una historia en la que ofrece sus reflexiones sobre el más allá, pero sobre todo su interés por encontrar la belleza en la vida más allá de la muerte. Y lo hace a través de tres historias: la de una periodista al borde de la muerte, otra sobre un niño con una pérdida reciente y finalmente la de un médium (Matt Damon) que no comprende sus habilidades. Estos tres personajes están obsesionados por la mortalidad, aunque de formas distintas. Cada uno de ellos parte de un lugar distinto del mundo, pero sus vidas se cruzan y se transforman por lo que creen que podría o debería existir en la otra vida.
Eastwood presenta argumentos científicos y filosóficos, pero curiosamente, trata de alejarse de la perspectiva religiosa, aunque en ningún momento deja de decantarse por la concepción más clásica del más allá. Sin embargo, resulta que al final lo importante no es conocer que nos espera tras la muerte sino aprovechar la vida estando en paz con uno mismo.
Eastwood es uno de los grandes directores de la historia del cine. Así lo creen tanto los cinéfilos o la prensa especializada como el público en general. Y es que la obra de este maestro ha ido ‘in crescendo’ de tal manera que ésta, de momento su última película, ha defraudado a unos cuantos, que la consideran un tanto ‘floja’. No obstante, merece la pena ver esta película que cuenta con momentos de gran calidad, además de permitirnos reflexionar y hablar de la muerte con una mirada madura y con ello hacerlo también de la vida.
En fin, que por qué no aprovechar la canícula veraniega que se avecina para disfrutar en casa de esta cinta y el aire acondicionado y gozar y exprimir la vida.
