Dulce San Valentín

Más allá de las típicas y tradicionales cajas de bombones, hoy queremos sugerirte algunas opciones para endulzarte un día, ya de por sí un tanto empalagoso, ofreciéndote algunas sencillas recetas de postres, pasteles, golosinas y dulces varios.

Empezaremos sugiriéndote un postre, el más caro del mundo… Para dejar helado cualquier corazón. Es el Frozzen Haute Chocolate, cuesta 25.000 dólares (17.000 euros) y se puede degustar en un restaurante de la Gran Manzana de Nueva York, el Serendipity 3. Para su elaboración se emplean 28 tipos de cacao provenientes de Suiza, trufas especiales “Madeline au Truffle” y chocolate derretido valorado en 900 dólares. Pero su ingrediente más especial y exclusivo es oro de 23 kilates para dar forma a una delgada capa de 5 gramos. El dulce es servido nada menos que con un brazalete de oro de 18 kilates, un diamante blanco y para comerlo nada menos que una cuchara de oro de 1.500 dólares. Pero esta semana nos vamos a alejar del lujo material para ocuparnos del lujo del corazón, y para ello nada mejor que ofrecer a nuestra pareja un dulce hecho por nosotros mismos…

Red Velvet Cupcake

Los cupcake poco o nada tienen de novedoso, aunque en los últimos tiempos se han puesto de moda, especialmente en fechas señaladas como la de hoy, ya que permiten ser decorados de forma personalizada. A comienzos del siglo pasado en se denominaba con el término ‘velvet’ (terciopelo) a aquellos pasteles de miga muy fina. Además, el color rojo (escogido para el día de hoy, como mandan los cánones) se debía al uso del azúcar rojo, más conocido como el azúcar moreno.

Habrá quien apenas encuentre diferencias, lo cual es muy comprensible, entre los cupcakes, las magdalenas y los muffins. En líneas generales serían:

  • Las magdalenas llevan, por lo general, aceite, mientras que para muffins y cupcakes se utiliza la mantequilla.
  • Las magdalenas suelen ser más esponjosas que los muffins, para lo que la masa de las primeras se baten más.
  • En cuanto al aspecto, los muffins son más planos que las magdalenas, que llevan copete.
  • Por lo que al sabor se refierte, los muffins pueden ser dulces y salados, al contrario que magdalenas y cupcakes, que son dulces.
  • Por último, las magdalenas y muffins no se suelen adornar, y los cupcakes sí.

Hechas las aclaraciones nos pondremos manos a la masa. Lo primero es hacernos con los ingredientes precisos:

Para el bizcocho:

  • 60 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 150 g de azúcar blanco
  • 1 huevo
  • 10 g de cacao en polvo sin azúcar
  • 1 cucharadita de colorante en pasta rojo (Sugarflair Extra Red)
  • 120 ml de leche
  • 150 g de harina
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato de soda
  • 1 + 1/2 cucharaditas de vinagre blanco
  • 1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Para el glaseado de crema de queso:

  • 50 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
  • 300 g de azúcar glass o Icing Sugar
  • 125 g de queso cremoso tipo Philadelphia

Antes de comenzar a mezclar los ingredientes es preparar el horno precalentándolo a 180º C. Ya listos para empezar, batimos la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla quede cremosa. Añadimos el huevo y seguimos batiendo hasta que esté totalmente integrado. Este proceso podemos hacerlo a mano o unas varillas eléctricas a potencia media).

En un recipiente aparte mezclamos el cacao en polvo, el colorante rojo y el extracto de vainilla. A continuación Lo añadimos a la mezcla anterior y batimos hasta que todo esté bien integrado, momento en el que agregaremos lentamente la leche y la harina. Para terminar esta masa añadiremos la sal, el bicarbonato y el vinagre. Con la mezcla bien uniforme la repartimos en los moldes de papel (disponibles en cualquier supermercado), pero no hasta arriba, sino dejando libre 1/3, ya que en el horno subirá. Mantenemos en el horno entre 20 ó 25 minutos, hasta que empiecen a adquirir un tono dorado, comprobando también pinchando con un palillo o similar, que el interior está también hecho.

Para el glaseado batiremos el azúcar glass o el Icing Sugar y la mantequilla, incorporamos la crema de queso hasta que quede una crema uniforme. Con el Icing Sugar conseguiremos una textura más fina que con el azúcar glass, que tiene un gránulo mayor.

Utilizando una manga pastelera decoraremos los cupcakes con la crema de queso una vez que estén fríos. El toque final para este día puede ser un corazón rojo hecho con fondant, que podemos comprar ya hecho.

Otra opción es una tradicional y sencilla tarta de chocolate. Empezaremos por el bizcocho. Emplearemos 250 grs de harina, la misma cantidad de azúcar, 5 huevos y ralladura de limón y un sobre de levadura. Empezaremos separando las claras y las yemas de los huevos. Primero mezclamos las yemas batidas con el azúcar y la ralladura de limón, hasta dejar una especie de crema homogénea. Dejamos aparte esta crema y en un bol ponemos las claras a punto de nieve. Añadiremos poco a poco la harina con la levadura, con movimientos envolventes para evitar que las claras se ‘bajen’. Cuando esté bien mezclado incorporamos la crema de la yema con el azúcar y la ralladura de limón. Cuando está todo bien incorporado, cogemos un molde redondo para bizcochos, lo untamos ligeramente con mantequilla y le espolvoreamos un poco de harina, para evitar que se pegue el bizcocho. Vertemos la masa e introducimos en el horno, precalentado, a unos 180º durante unos 20 minutos. Antes de sacarlo, comprobamos clavando un palillo o similar… Si sale limpio es que está listo. Mientras se enfría preparamos una cobertura de chocolate. Bastará con derretir, al baño María, un chocolate de cobertura.

Ya que es una fecha señalada, puedes cortar, con mucho cuidado, el bizcocho en forma de corazón. Se puede cubrir directamente con el chocolate o cabe la opción de cortarlo por la mitad para poner en el interior parte del mismo chocolate o mermelada de fresa. Ya sólo queda cubrir.

Si a pesar de las propuestas te empeñas en los clásicos bombones, al menos puedes hacerlos tu mismo. Derrite 250 gr. de chocolate al baño maría. Mézclalo con un bote pequeño de leche condensada. Deja templar y dale la forma que quieras (con tus manos o con ayuda de algún molde). Pasadas unas horas, los bombones estarán listos para tomar.

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