Dos en la carretera

Stanley Donen, director de películas tan inolvidables como Cantando bajo la lluvia, Siete novias para siete hermanos o Charada, hace un hermoso análisis de la influencia del paso del tiempo en las relaciones matrimoniales en Dos en la carretera (1968). Tanto es así que para muchos críticos este film supuso el brillante “colofón” a su no menos brillante carrera cinematográfica, a pesar de que posteriormente continuase dirigiendo.

En el transcurso de un viaje en coche de Londres a la Riviera francesa, Mark y Joanna Wallace (Albert Finney y Audrey Hepburn), reflexionan sobre las distintas etapas por las que ha atravesado su relación, desde que se conocieron hasta el momento presente, en el que su matrimonio es una pesada carga para ambos. La pasión y fogosidad del principio se han ido apagando, dando paso a los reproches, a actitudes egoístas, infidelidades, frialdad, separaciones y reconciliaciones,… Paralelamente a la progresiva erosión de la relación sentimental de esta pareja, se produce un ascenso en su status social.

Las cuatro etapas que vemos atravesar a esta pareja en Dos en la carretera, narradas con la estructura de una road movie, se corresponden con cuatro viajes distintos que realizan por Europa. Sin embargo, estos cuatro momentos no quedan claramente diferenciados sino que el espectador lo que percibe son cambios externos en los protagonistas (distintas gafas de sol, peinados, en cada viaje tienen un coche más acorde con su situación económica,…), pero también internos, el declive de su relación íntima y personal.

La nostalgia invade la película desde el principio, provocando un sentimiento de tristeza en el espectador que ve lo fugaz de la pasión amorosa, pero al mismo tiempo enternece ver tan claramente como  el hombre cae siempre en los mismos errores. Después de que el matrimonio Wallace llegue a plantearse el divorcio, y llegados al destino de su viaje descubren que, a pesar de que no pueden retroceder y recuperar la pasión del enamoramiento, el amor que les une es más grande que eso.

Para Audrey Hepburn, interpretar a Joanna en Dos en la carretera  vino en el momento perfecto para no quedar eternamente encasillada en el mismo papel de comedia romántica, realizando, además, una de sus interpretaciones más logradas. Por su parte, a Albert Finney le vemos aquí en una de sus mejores interpretaciones.

El año de su estreno, 1968, Dos en la carretera estuvo nominada al Oscar al mejor guión original; Henry Manzini estuvo nominado al Globo de Oro por la banda sonora y Audrey Hepburn al de mejor actriz. Sin embargo, no logró ninguno de los premios a los que optaba y nunca se la ha reconocido su categoría de obra maestra.

Desde 2004 se puede encontrar en nuestro país esta maravillosa película en DVD.

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