La crisis económica ha desbordado el número de personas, de familias, que han perdido todo o casi todo lo que poseían, pasando incluso en muchos casos de tener una situación desahogada de clase media y media-alta, a no tener recursos para subsistir. Pero también la reacción solidaria para con estas personas ha superado todos los límites, especialmente a nivel particular. Ya en alguna otra ocasión hemos hablado de proyectos en los que, al margen de ONG’s, particulares se ayudan por medio de un ‘intercambio de necesidades‘ o de plataformas como la de Mensajeros de la Paz y su ‘banco solidario’ en las que los necesitados de ayuda piden colaboración y quienes pueden y están dispuestos, pueden colaborar con sus aportaciones.
Consciente de que en solitario no sería capaz de ayudar a todos aquellos que se encuentran en una situación precaria, en 2008 Ansel Cambra, chef profesional, además de coaching y escritor de manuales de cocina, decidió poner en marcha Acabaconlacrisis.es, un proyecto que, principalmente, permite poner en contacto a personas que buscan ayuda con aquellas que la necesitan. La idea fundamental era que había que ayudar a la gente que se tiene cerca y así, al principio se trató de ayudar a grupos de familias. Se fueron creando ramificaciones en la red y en la vida real, necesarias para que la gente se conozca y ayude. Poco a poco se fue ampliando, aumentando sus capacidades, se unieron abogados, psicólogos, coaching, expertos laborales, sanitarios, médicos… todo tipo de profesionales dispuestos a resolver las preguntas y dudas de personas que no tienen o no pueden a tener acceso a esos recursos. En la actualidad Acabaconlacrisis.es cuenta con cerca de 50 voluntarios que ponen sus conocimientos al servicio de otros de manera desinteresada y ya son miles las personas -alrededor de medio millón en el mes de agosto- las que han pasado por esta web ofreciéndose a colaborar, pidiendo ayuda o poniendo sus conocimientos al servicio de los demás.
Como señala el propio Cambra, “uno de los pilares es la ‘cadena de personas’, un apartado dentro de la página, donde personas de forma directa se ayudan pero no promovemos que se dé dinero, porque entonces ya sabemos que la cadena se ensuciaría”. Por eso se pueden encontrar desde pequeños trucos para cocinar de forma económica a peticiones u ofrecimientos de artículos básicos como libros de texto, ropa, muebles… Incluso hay personas que ofrecen alojamiento y comida a cambio de ayuda con tareas en el hogar. Es más un intercambio de tareas equitativo, un trueque, no un trabajo.
Uno de los casos más llamativos en los que se han volcado es el de una familia de artesanos que perdieron su casa –después de toda una vida levantándola-, su taller –y medio de sustento- y todo lo poco que poseían, en un incendio. La respuesta de la gente a la llamada de auxilio de estas personas fue espectacular, consiguiendo el material y todo lo necesario para empezar de nuevo.
Este caso es una muestra práctica de lo que Cambra pretende: “Intentamos hacer reflexionar a la gente, que cambie de actitud. Me gusta decir que es una plataforma de acción y una plataforma de reacción. . Sirve de ejemplo para mucha gente que tiene ganas de hacer cosas”.
