Cuando se suda la ‘gota gorda’

Todos los seres humanos sudamos, transpiramos, pero no todos lo hacemos del mismo modo, en la misma cantidad. Sudar es el modo que tiene nuestro cuerpo de regular su temperatura: el sudor humedece la piel, se evapora y así baja la temperatura. Pero esta función natural y necesaria para el ser humano se convierte para muchos  en un auténtico problema (afecta a 800.000 españoles y a 176 millones de personas en el mundo) cuando se da en una forma desproporcionada, sin tener nada que ver con una falta de higiene. Supone todo un suplicio, especialmente en el caso de adolescentes o de ciertos profesionales, afectando gravemente en la calidad de vida de los individuos que sufren esta hiperhidrosis (el 63% de las personas con este problema se declaran infelices o deprimidas y el 74% tiene mermada su autoconfianza).

La hiperhidrosis puede se generalizada y deberse a un embarazo, la obesidad, la menopausia, la ansiedad, el consumo de alcohol u opiáceos, enfermedades como el cáncer y las infecciones. Pero también puede estarfocalizada en una zona determinada como las palmas de las manos (hiperhidrosis palmar), los pies, las axilas y la cara (craneofacial), donde abundan las glándulas sudoríparas. Hay quienes sufren sudor nocturno que se suele relacionar con los sofocos de la menopausia, infecciones y ciertos tumores que se acompañan con pérdida de peso.

Soluciones no hay muchas. Los desodorantes pueden acabar con el mal olor (aunque este no tiene por qué acompañar a esta cantidad excesiva de sudor) pero son poco efectivos ante el olor corporal muy fuerte. Se puede recurrir a los antitranspirantes, que evitan el sudor taponando las glándulas con sales de aluminio. Su efecto es mayor pero está contraindicado abusar de ellos porque pueden provocar taponamiento de los poros. Hay que prestar especial atención en la higiene de “rincones”, como las axilas o los genitales, más problemáticas en estos casos, utilizando para ello jabón líquido con clorhexidina y aplicar un compuesto de clorhidróxido de aluminio después del lavado. También están saliendo al mercado desde hace un tiempo ropa deportiva con materiales sintéticos específicos para combatir el sudor, con una gran capacidad de absorción, más efectiva que el algodón gracias a su composición: dos capas de tejido, unidas entre sí por una nueva técnica que permite una circulación de aire entre ellas capaz de evaporar el sudor para que permanezca siempre seca. En cualquier caso se debe evitar llevar prendas y calzado ajustado. Para los pies podemos optar por usar plantillas realizadas con materiales como el carbón o el silicio, que absorben la humedad de los pies.

Cuando todo lo anterior no es suficiente se puede pasa a usar antitranspirantes fuertes, con un 10% y un 15% de hexahidrato de cloruro de aluminio; fármacos anticolinérgicos, que previenen la estimulación de las glándulas sudoríparas, aunque tienen efectos secundarios. También se puede acudir a la iontoforesis, una técnica que consiste en aplicar electricidad para cerrar temporalmente las glándulas sudoríparas en manos y pies y la simpatectomía torácica endoscópica, procedimiento mínimamente invasivo que suprime la señal que lleva al cuerpo a sudar en exceso y que se aplica en las manos y la región craneofacial.

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