Cuando el destino es el cielo

Viajar en un avión de la compañía Virgin Atlantic puede ser lo más parecido a volar en un hotel de lujo. Se puede considerar pequeña aerolínea, cuenta sólo con 37 aviones, pero al mismo tiempo una gran y atípica marca. Su flota sólo realiza rutas largas, desde Londres hacia Norte América, el Caribe, Africa, Medio Oriente, Asia y Australia, en las que ofrece muchas más comodidades que en cualquier clase de una compañía convencional.

De cada vuelo se ofertan billetes de tres tipos: la clase Económica, Económica Premium, que cuentan con asientos más grandes y con más espacio para las piernas que la clase Económica; a estos pasajeros se les da la bienvenida con una copa de champagne; y la primera clase a la que se le ofrece, además, un servicio complementario de llevada y recogida en una limusina al aeropuerto, aunque solo está disponible en los aeropuertos ingleses. Los pasajeros de primera de Virgin también pueden disfrutar de un servicio de masajes, peluquería, lustre de zapatos y manicura tanto a bordo como en los aeropuertos Heathrow y Gatwick donde se encuentran los clubhouse de la compañía.

Obviamente, en las diferentes compañías aéreas se incluyen una serie de comodidades a los viajeros en función de la clase en la que viajen. Sin embargo, Virgin ofrece servicios personales comunes a los tres que hacen que cada trayecto sea un placer a miles de kilómetros de altura. En este sentido, ésta fue una de las primeras aerolíneas que incorporó pantallas de TV personales en la parte trasera de los asientos y comenzó a equipar sus aviones con una tecnología Audio/Vídeo en demanda (AVED) llamada V:Port. Este sistema permite escoger entre 50 películas promocionales, 60 CDs de Audio, y aproximadamente 200 horas de programas de televisión y video juegos para retar a otros pasajeros del avión.

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