Cuadernos de Oriente

Ahora que ya parece claro que China será la nueva hegemonía, los ojos de occidente han vuelto a fijarse en ella, en su mezcla de tradición milenaria, estado omnipotente y capitalismo furioso, con una mezcla de atracción y desconcierto. No es la primera vez que este interés por el Extremo Oriente se despierta. Mirado como objeto de voracidad colonial o como jardín exótico de las delicias, generaciones de viajeros, exploradores, mercaderes y literatos han peregrinado por sus dominios y han dejado su valioso testimonio en páginas memorables.

El fundador de esta estirpe es, sin duda, el veneciano Marco Polo, que dictó hacia 1289 y en occitano uno de los primeros best sellers de la historia con el título de Le divisament dou monde. Rápidamente difundido como Libro del millón de maravillas, ese relato de su periplo por la llamada Ruta de la Seda hasta alcanzar la corte de Kublai Khan en Catai (China) sigue siendo tenido como un hito y un ejemplo de delicioso informe comercial, crónica diplomática, descripción etnológica y cuento fabuloso de viajes. No obstante, su estricta veracidad ya fue puesta en entredicho en vida del autor y ha seguido enfrentando a sus intérpretes durante siglos, sin que ninguno de ellos haya discutido su excelencia literaria.

Sin embargo, fue la época de la expansión colonial europea la que supuso un florecimiento de las crónicas acerca de de este mundo ignoto, de Asia Central a la remota Mongolia. Una perspectiva general de esas exploraciones se puede encontrar en el libro de Peter Hopkirk Demonios extranjeros en la ruta de la Seda, mientras que en clave romántica, Pierre Loti dedicó a su peregrinaje a Ispahán el primer volumen de su Obras Completas.

Ya en la década de los treinta del pasado siglo, aparece una de las más respetadas e influyentes obras del género de todos los tiempos: Viaje a Oxiana de Robert Byron, es decir, la finísima visión de este distinguido esteta de las tierras vecinas al río Oxus. Byron, no obstante, no tuvo tanto favor del público como su contemporáneo Peter Fleming, autor de unas también exquisitas Noticias de Tartaria que describen su travesía de Pekín a Cachemira y cruzando el Turquestán.

Y entre las obras más o menos recientes disponibles en castellano y que han seguido adentrándose por algunas de las regiones más legendarias en el imaginario occidental, no podríamos olvidar El corazón perdido de Asia de Colin Thubron o  la incisiva y socarrona perspectiva de China desde la ventanilla de un tren que Paul Theroux dio En el gallo de hierro. Aunque desde la redacción de este último libro hayan pasado ya 20 años de frenéticos cambios y quizás los nuevos clásicos de Oriente estén todavía en su fragua o esperando que una nueva hornada de lectores los eleve a clásicos. ¿Nos los descubres tu mismo?

Comentarios

Deja un comentario