Comida casera en la calle

El hambre se ha convertido en una plaga que ya no sólo afecta a los países del llamado tercer mundo, sino que lo tenemos ya en muchas esquinas de nuestras calles, en casas de personas ‘normales’ que hasta antes de la crisis no les faltaba un plato de comida, pero ahora ya no es cosa de unos cuantos ‘indigentes sin hogar’. Ya ni los cubos de basura de los supermercados son suficientes y cada vez la labor de diferentes ONG’s en este aspecto va aumentando, lo mismo que la de pequeñas empresas o la de particulares como los vecinos de la madrileña Plaza de Tirso de Molina…

Un plato de pasta o de arroz con legumbres, un vaso de caldo caliente y un bocadillo vegetal con una pieza de fruta. Ese uno de los menús que algunos de los vecinos de esta céntrica zona de Madrid ofrecen a más de 85 personas (y no dejan de aumentar) que se han quedado sin empleo e incluso sin un techo y que ni siquiera pueden acogerse al servicio de los comedores municipales, para que puedan cenar los martes y los miércoles (y desde hace muy poco también lo jueves). Se trata de la asociación Casa Solidaria, una ‘versión española’ de un proyecto portugués que ha llegado a España hace algo más de un año y que se dedica al reparto de comida de forma altruista. La iniciativa se inició en nuestro país en tierras catalanas (Lérida y Barcelona) y en octubre llegó a Madrid. Y el proyecto no sólo está batiendo récords de atención en estas delegaciones, sino que también se va expandiendo por otras localidades españolas. Las próximas Valencia y Girona.

Como se explica en su web, CASA se organiza por grupos de voluntarios donde cada persona aporta aquello que puede según sus posibilidades: cocinar una parte de los platos calientes, preparar bocadillos, aportar raciones de fruta, recoger donaciones, facilitar el transporte, realizar el reparto de comida… Los que se acercan a los voluntarios para recoger una de las raciones que ofrecen se alejan del ‘típico’ perfil de mendigo con problemas de alcohol. Ahora se trata de personas en riesgo de exclusión social (tanto españoles como inmigrantes) que tienen entre 35 y 55 años y a los que la fortuna, el destino o la simple mala suerte les ha dado un revés arrebatándoles trabajo, casa… la vida.

La de Casa Solidaria no es la única iniciativa popular de reparto de comida. Sin salir del centro de Madrid se pueden encontrar en las plazas de Ópera, Mayor o Jacinto Benavente dos grupos más de voluntarios dedicados a esta labor, y en el barrio de Vallecas se pueden encontrar algún que otro bar o restaurante que colaboran convirtiéndose, en determinadas horas, en una especie de comedores sociales provisionales.

Comentarios

1 comentario

  1. 3 platos de cuchara que no necesitan un segundo | Mayormente.com – El mejor sitio para mayores de 50 años

    […] platos que nos alimentan tanto que no nos hace falta pensar en el segundo. Platos únicos para una comida de nietos exigentes o una cena ligera y nutritiva que con un yogur o una pieza de fruta de postre […]

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