Catalina Hoffmann: apoyando a los mayores

Suele decirse que la vejez (o tercera edad, si somos políticamente correctos, incluso ‘tercera juventud’) es la ‘edad de oro’. Sin embargo no siempre las cosas son tan ‘doradas’ como puede pensarse y los mayores son uno de los colectivos que más sufre el abandono y el rechazo tanto de familiares como de la sociedad.

Catalina Hoffmann es buena conocedora de estas situaciones, de la soledad de muchos mayores, de sus dificultades, de la imagen negativa (o al menos no demasiado positiva) que la sociedad tiene de los mayores. Como creadora del Grupo Vitalia Centros de Día, es una experta en el campo de la tercera edad, y esa experiencia profesional de más de 10 años la acaba de trasladar a un proyecto sin ánimo de lucro como es la Fundación Catalina Hoffmann con el objetivo de ofrecer apoyo, dar asistencia “a cualquier persona mayor que necesite ayuda”.

Las actividades de la Fundación Catalina Hoffmann van a desarrollarse en torno a cuatro líneas de actuación: en el ámbito social, el ámbito sanitario, el jurídico y el formativo. Esto trasladado al plano más práctico se traduce en acciones como las de adaptar los hogares de las personas mayores en función de sus necesidades, apoyar la investigación de lasenfermedades prevalentes de las personas mayores, como el Alzheimer o el Parkinson o el acompañamiento y apoyar a los mayores en sus últimos momentos de vida o transición vital, extendiéndose a la familia en los casos que cuenten con ella.

Todo un trabajo para el que la fundación un equipo tanto de profesionales como de voluntarios, para los que no habrá límite de edad, ya que podrán ser gente joven, prejubilados o jubilados.

La fundación se ha presentado oficialmente en sociedad hace unos días en un acto en el que famosos y personalidades de la cultura, del ámbito empresarial y social en general han querido mostrar su apoyo, como la directora de Yo Dona, Charo Izquierdo, el vicepresidente del Club Atlético de Madrid Lázaro Albarracín, y el presidente de la Fundación Atlético,Adelardo Rodríguez, la actriz Mabel Lozano y el torero Cayetano Rivera Ordoñez. Pero evidentemente es la gente de la calle, los anónimos, los que pueden sacar adelante este proyecto. Para ello se disponen de varias vías: el patrocinio y mecenazgo, el voluntariado y hacerse socio de la fundación.

En cualquier caso se darán a conocer los casos concretos sobre los que se trabaja, con nombres y apellidos, ya que como ha remarcado Hoffmann “La gente tiene que ver las realidades”. Esta ‘personificación’ de los casos es marca de la casa, ya que Catalina Hoffman ha diseñado un método (que lleva su propio nombre y que ha inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual como obra científica) que se basa en el análisis exhaustivo de la situación global de cada persona para poder adaptar a sus necesidades un programa de intervención, permitiendo alcanzar unos mejores resultados, especialmente en el ámbito del Alzheimer, Parkinson y hemiplejías, entre otros.

Otra de las preocupaciones de la Fundación Hoffmann va a ser la de transformar la percepción que la sociedad tiene de la vejez y de los mayores, concienciando de la importancia del papel que juega este colectivo ya que ya que como afirma la fundadora de la fundación, “envejecer no significa estar enfermo”. “Aprender a envejecer es un arte”.

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