Situada en el Pirineo Catalán, la estación de esquí de Baqueira Beret es una de las más grandes de España y, en cierto modo, también un sinónimo de lujo. Su situación en la cara Norte de los Pirineos favorece las nevadas y, por tanto, la calidad de la nieve. Tal vez por ello haya sido elegida tradicionalmente como destino vacacional por aristócratas y famosos aficionados a los deportes de invierno.
Modernas instalaciones, 120 kilómetros de pistas de todos los niveles -algunas de las cuales descienden entre árboles- y un sinfín de ofertas deportivas para todos los gustos convierten esta estación en todo un paraíso para los amantes de la nieve. Los menos deportistas, sin duda, no podrán si no rendirse a un paisaje que nos revela la visión de algunas de las cumbres más emblemáticas de la Península, como el Maladeta o el Aneto.
La estación se encuentra enclavada en el Valle de Arán, donde además del hermosísimo paisaje alpino, salpicado de las tradicionales casas de piedra y madera con techos de pizarra a dos aguas, se puede disfrutar de otras actividades menos relacionadas con el turismo de nieve; como baños termales, museos, tiendas, cines, hípica e incluso golf. Aunque, sin duda, la palma se la llevan las iglesias románicas de sus inmediaciones, donde se esconden tres joyas de imprescindible visita: San Miguel de Vielha, Santa María de Artíes y la Assumpció de María de Bossost.
Gracias a las peculiares condiciones meteorológicas que hemos vivido este año, la Estación todavía está abierta; por lo que, durante el puente, los viajeros que tengan la suerte de hacer una escapada, podrán esquiar sin problema, o bien disfrutar de otras actividades más tranquilas, como los paseos en trineo tirado por caballos.
