Llega 1900 y París se transforma en todos los sentidos, podría decirse que es el final de la Belle Epoque y, mientras se cierra un periodo, se abren las puertas de un universo creativo todavía sin descubrir. Paulatinamente desaparecen los corsés, las ropas se aligeran y los estampados se llenan de guiños al orientalismo -tan de moda a principios de siglo- así como a la estética fauve. La moda y el arte, que ya venían dándose la mano desde que la Revolución Francesa decretara la libertad a la hora de vestir, llegan en este momento histórico a una simbiosis perfecta que será la base idónea para todo lo que estaba por llegar a lo largo del fructífero siglo XX.
En este escenario se encontraba inmerso Lucien Vogel cuando descubre una antigua publicación sobre moda, editada a principios del XIX, que le impresiona hasta tal punto que decide crear una revista de lujo basada en los mismos principios. Así nace “La Gazette du bon ton” -cuya primera edición tiene lugar en 1912- partiendo de una premisa tan categórica como cierta: “En el momento en que la moda se ha transformado en un arte, es necesario que una gaceta de moda se convierta también en una revista de arte”. Durante sus 70 números trabajaron en ella los mejores artistas gráficos de la época que no sólo ilustraban los más espléndidos diseños de sobresalientes creadores de moda del momento, sino que, también, presentaban sus propias piezas.
“La Gazette du bon ton”, que se definía a sí misma como una revista de “Arte, moda y frivolidades”, tuvo en plantilla a grandes artistas como Georges Lepape, Benito (muy famoso también por sus posteriores portadas de Vogue), Georges Barbier, Marty, Martin, Bernard Boutet de Monvel o Pierre Brissaud; quienes supieron retratar con sus pinceladas el espíritu de toda una época. Sus ilustraciones mostraban diseños de creadores tan renombrados como Paul Poiret, acompañados de textos explicativos y, en muchas ocasiones, también hilarantes y mordaces.
“La moda parisina. La Gazette du bon ton 1912-1925” es una espléndida publicación de Bibliothèque de l’ image, dirigida por Alain Weill, en la que no sólo se detallan los pormenores de esta fantástica publicación, que todavía hoy sigue siendo una importante influencia en el mundo de la moda, sino que, además, se acompaña de cerca de treinta láminas que reproducen los grabados originales de La Gazette, enseñándonos algunas de las alegres, elegantes y sofisticadas creaciones que marcaron estilo durante más de una década.
Los amantes del arte, del diseño y de la moda disfrutarán perdiéndose entre los delicados y sugerentes dibujos que nos muestran el nacimiento de una nueva época, una importante transformación en la mujer y una visión del mundo, desde la perspectiva del “buen tono”.
