Antonio López, en casa

Dicen que nadie es profeta en su tierra, aunque en el caso de Antonio López no se puede afirmar tal cosa. Premio Velázquez de Artes Plásticas en 2006 y Premio Velázquez de las Artes en 1985, este madrileño de 75 años es uno de nuestros pintores más cotizados y su trabajo se valora tanto en nuestro país, que ya ha acogido grandes muestras sobre su obra -un buen ejemplo es la organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en 1993- como fuera de este, donde destaca la enorme retrospectiva inaugurada en 2008 por el Boston Museum of Fine Arts.

Antonio López -hiperrealista, meticuloso y poeta de lo cotidiano- vuelve estos días a exponer en su tierra, gracias a la retrospectiva que mañana abrirá sus puertas en el Museo Thyssen Bornesmisza de Madrid. Comisariada por su hija María, e impulsada por Miguel Solana, la exposición cuenta con cerca de 130 obras -pinturas, esculturas y dibujos- muchas de ellas todavía sin terminar. Y es que el proceso creativo de este genial artista es lento y reflexivo; minucioso hasta el extremo, ya que el de Tomelloso pretende plasmar con delicadeza la esencia de todo aquello que retrata, pudiendo tardar incluso más de 5 años en culminar sus trabajos. De este modo, la exposición se convierte en una suerte de retrospectiva a la inversa, en la que podemos ver desde su piezas “en proceso”, hasta aquellas que le dieron la fama décadas atrás -Madrid desde Torres blancas, Gran Vía…- todo un lujo que podrá disfrutarse en la capital hasta el próximo 25 de septiembre.

Se espera que la muestra sea todo un éxito y, de hecho, está previsto que bata récords de visitas, como ya lo hizo la exposición del MNCARS, a la que antes nos referíamos. Sin duda, se trata de una de las propuestas expositivas más interesantes de la capital para la temporada estival; esperemos que las salas de moneo respiren un poco y descansen de las grandes aglomeraciones, para poder disfrutar de la muestra con la debida calma.

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